sábado, 30 de noviembre de 2019

Otro lugar,Otro tiempo: Héroes de la Antártida.

La conquista del Polo Sur fue algo más que la empresa personal de dos hombres, Scott y Amundsen,de espíritu aventurero. Ambos deseaban triunfar para honrar el nombre de su país. Pero en esta expedición hay otros "héroes", el Capitán de Dragones Lawrence Oates.


Lawrence Edward Grace Oates nació el 17 de marzo de 1880 en Putney, Londres, en el seno de una familia acomodada. Su tío, Frank Oates, era un destacado naturalista y explorador en África. Oates fue educado en Eton y comenzó la carrera militar cuando acabó sus estudios.
Con 18 años se unió al Regimiento de West Yorkshire y le tocó cumplir el servicio militar en la Segunda Guerra de los Bóer, en Sudáfrica.En 1902 ya era teniente y en 1906 fue ascendido a capitán. En el campo de batalla sufrió una herida de guerra; en concreto, recibió un disparo en el muslo izquierdo, lo que le dejó como secuela tener esa pierna unos 2,5 centímetros más corta que la otra.
La guerra acabó y al tiempo, el capitán Robert Falcon Scott empezó a organizar un viaje a la Antártida, el segundo suyo, con el objetivo de ser los primeros seres humanos en alcanzar el Polo Sur geográfico
La Royal Society y la Royal Geographical Society financiaban parte de la expedición, que fue bautizada como Terra Nova (es el nombre del barco que llevó a los expedicionarios a la Antártida), pero en esencia era una iniciativa eminentemente privada. Se seleccionó un equipo  de 65 miembros, pero además del perfil profesional de cada uno de los exploradores se valoró también la aportación económica que pudieran hacer   El capitán Oates fue seleccionado por su experiencia militar con caballos (Scott quería llegar al Polo usando ponis) y porque hizo una aportación de unas 1.000 libras esterlinas.
El viaje partió en 1910 y además tenía otros objetivos en el campo de la biología o la geología. La aventura se dividió en tres etapas, la última de las cuales era la de intentar alcanzar el Polo Sur geográfico, valiéndose de una serie de depósitos de alimentos y combustible que se iban dejando por el camino para facilitar la vuelta.


El capitán Oates, de carácter reservado, ya detectó alguno de los primeros problemas antes de llegar a la Antártida, en concreto de la poca idoneidad de los 19 ponis que había comprado Scott para la misión.  Los animales sufrieron muchísimo durante el trayecto por mar y, como luego se demostraría, eran una pésima elección para viajar por el Polo. Scott los eligió por ser capaces de llevar más peso que los perros, pero no tuvo en cuenta que necesitaban seis veces más cantidad de comida, que eran más pesados y menos resistentes. Este fue uno de los principales errores que condenaron la expedición; un fallo, por otra parte, que no cometió Roald  Amundsen.
Amundsen era un explorador noruego, experimentado en travesías por el Polo Norte, que casi al mismo tiempo que Scott decidió acometer la hazaña de alcanzar el Polo Sur Geográfico. Cuando los británicos supieron de esta intentona, la aventura se convirtió en una carrera.
Tras una serie de vicisitudes penosas  finalmente quedó un grupo de cinco exploradores con el objetivo de alcanzar el Polo Sur. Era el 4 de enero de 1912 y los elegidos eran el propio Robert Falcon Scott, Edward Wilson (físico, naturalista y ornitólogo), Henry R. Bowers y Edgar Evans (marinos) y Lawrence Oates.


Este grupo de cinco comenzó la marcha hacia el Polo, pero a los siete días, a unos 24 km del destino, vieron una bandera noruega, por lo que se dieron cuenta de que Amundsen les había adelantado. Al día siguiente (17 de enero de 1912) alcanzaron el Polo Sur Geográfico. En efecto, allí encontraron una tienda, algunos víveres, una carta destinada al rey de Noruega informando de la hazaña y una nota para el equipo británico. Todo llevaba allí 35 días, la ventaja que les sacó el noruego, que no sólo partió primero, sino que hizo el trayecto en bastantes menos jornadas.

"Querido comandante Scott: Como vd. será probablemente el primero en llegar aquí después de nosotros,puedo pedirle que envíe la carta adjunta al Rey Haakon VII de Noruega? Si los equipos que hemos dejado en la tienda pueden serle de alguna utilidad, no dude en llevárselos. Con mis mejores votos. Le deseo un feliz regreso. Sinceramente suyo. Roald Amundsen».

Sumido en la decepción, el equipo emprendió el regreso, que se complicó sobremanera por unas inusuales malas condiciones atmosféricas y por la falta de víveres. El más perjudicado era Edgar Evans. El escorbuto hizo aparición y Evans, que sufrió una caída con un golpe en la cabeza, falleció justo un mes después de haber alcanzado el Polo Sur.
Para el regreso tenían previsto hacer una media diaria de 9 millas, pero las congelaciones, el hambre y la sed les hicieron mella, de modo que apenas podían hacer 3 millas al día. Lawrence Oates empezó a empeorar. Tenía escorbuto y su herida de guerra se reabrió. Sufría severas congelaciones en manos y pies y apenas podía caminar. 
El capitán Oates pidió a sus compañeros que le dejaran atrás, pero estos rechazaron abandonarlo. Esta decisión fue probablemente fatal para el grupo, porque los retrasó demasiado.
La mañana del 15 de marzo de 1912 , Oates volvió a pedir a sus compañeros que lo dejaran en la tienda, pero se negaron y continuaron. Esa noche, la salud del capitán de Dragones empeoró dramáticamente. Así, en las primeras horas del 16 de marzo de 1912, Oates realizó un sobrehumano esfuerzo en la tienda para calzarse las botas, se puso en pie y pronunció la legendaria frase que le hizo pasar a la posteridad:
“I am just going outside and may be some time” (“Voy a salir y puede que para un tiempo”).
Wilson, Scott y Bowers comprendieron lo que quería hacer Oates y pese a que intentaron impedírselo, sus esfuerzos fueron en vano. El capitán Lawrence Edward Grace Oates, que al día siguiente hubiera cumplido 32 años, salió de la tienda con unas temperaturas de unos 40 grados bajo cero y se alejó para dejarse morir en las nieves eternas de la Antártida. Lo que nunca llegó a saber es que su sacrificio no sirvió para salvar la vida de sus compañeros.

El capitán Robert Falcon Scott escribió en su diario: “Sabíamos que Oates caminaba hacia su muerte… era el acto de un hombre valiente y de un caballero inglés” (el relato de esos días, reflejado en el diario del capitán Scott, fue recuperado por la expedición de rescate que salió en su búsqueda..

Los tres supervivientes reemprendieron la marcha pero el 20 de marzo les sorprendió una tormenta de nieve y ya casi no pudieron avanzar más. Desnutridos, enfermos, congelados y sin víveres, ya no les quedaba ninguna duda de que no saldrían nunca del Polo Sur.

Se cree que Bowers, Wilson y Scott fallecieron congelados el 29 de marzo, día en el que el capitán Scott realizó la última entrada en su diario: “Todos los días estamos dispuestos a partir hacia nuestro depósito a 11 millas, pero a la entrada de la tienda persiste un remolino de nieve. No pienso que podamos esperar nada mejor ahora. Perseveraremos hasta el final, pero nos estamos debilitando, por supuesto, y el final no puede estar lejos. Es una lástima, pero creo que no puedo escribir más. R. Scott. Por Dios cuida de nuestra gente”.


 Estaban, como bien calculó Scott, a sólo 11 millas del depósito de abastecimiento. 
Tras varios meses de tensa espera, un equipo salió en búsqueda de Scott y los otros cuatro exploradores. El 12 de noviembre de 1912 fueron hallados los cuerpos helados de Scott, Bowers y Wilson. En el mismo lugar se erigieron unos improvisados mausoleos con montones de nieve y dos esquíes a modo de cruces. Días después, el equipo de rescate buscó también algún rastro de Lawrence Oates, pero sólo hallaron su saco de dormir. El cuerpo del capitán de Dragones nunca apareció. Probablemente hoy, un siglo después de su desaparición, siga allí, incorrupto y congelado.

La figura de Lawrence Oates ha permanecido en el imaginario colectivo británico como el paradigma del comportamiento caballeroso, abnegado y sacrificado del que tanto hacen gala los ingleses. Hoy en día hay un museo dedicado a su memoria en Selborne, Inglaterra. Su saco de dormir está en el Museo del Instituto Scott de Investigación Polar en Cambridge. Además, hay un par de monumentos en su honor en otros lugares de Inglaterra.

 Como curiosidad, os diré que dos grupos de música españoles hacen referencia a su historia.
Uno es Mecano, con una famosa canción titulada Héroes de la Antártida, en la cual una de sus estrofas relata la decisión de Oates.





 Y la del grupo heavy asturiano Warcry y titulada Capitán Lawrence , que es más específica de la historia de Oates y que relata en primera persona lo que pudo pensar el joven oficial en sus últimas horas.

domingo, 24 de noviembre de 2019

"La violencia no tiene raza, clase, religión o nacionalidad pero tiene género" Rebecca Solnit


El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o Día Internacional de la No Violencia de género se conmemora anualmente el 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las personas, al ser discriminadas por su género, (mayoritariamente violencia ejercida por hombres hacia mujeres) en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

 La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981 en conmemoración a la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal (PatriaMinerva y María Teresa), en República Dominicana

En 1999 la jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999 invitando a gobiernosorganizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.

Os dejo algunos títulos de libros de literatura juvenil en los el tema de la violencia de género ha ido ocupando un espacio propio.


1. Ninfa rota. Alfredo Gómez Cerdá.Editorial Anaya 

2. Monstruo de Ojos verdes. Joyce Carol Oates. Editorial SM. Lee el primer capítulo.

3. Destronada. Patricia Lorenzo Navarro y Mónica Armiño Yela. Editorial SM. (disponible en nuestra biblioteca).

4. Desnuda.Jordi Sierra i Fabra. Editorial SM.

5. Atrapada en el espejo. Gemma Lienas. El Aleph Editores.
6. Cuando los árboles hablenLaurie Halse Anderson. Editoria SM. Ficha de trabajo.

7. Eso no es amor: 30 retos para trabajar la igualdad. Marina Marroquí. Editorial Destino.
8. ¡Ni un golpe más! Christine Biernath. Editorial Anaya.

9. El libro de mi destino. Parinoush Saniee. Editorial Salamandra. Lee el inicio.

10. 5X2= 9: Diez miradas contra la violencia de género (relatos). VVAA. Editorial Atalaya.

11. La mujer que se daba con las puertas. Roddy Doyle. Editorial Alfaguara. 

12. Donde habita el miedo. Maite R. Ochotorena. Independently Published.

13. A cubierto. David Hernández de la Fuente. Editorial Nowtilus. Lee el comienzo.



14. Las elegidas. Jorge Volpi. Editorial Alfaguara.


El poema de la semana ( IX )


La propuesta de esta semana nos llega de la mano de Antonio Roldán, profesor de inglés del IES Alhaken II, gran conocedor de la cultura anglosajona, además de buen deportista y amante de la naturaleza. Él nos ha sugerido un poema del famoso escritor estadounidense Edgar Allan Poe (1809 - 1849), conocido sobre todo por sus impactantes cuentos de terror.

La farándula decidió que Edgar Allan Poe naciera en Boston, ciudad donde se encontraba en 1809 la compañía de teatro ambulante en la que trabajaban sus padres. Poco después, David Poe abandonó a su mujer, y con tan solo dos años el pequeño Edgar quedó huérfano. Fue adoptado por un rico plantador de Richmond (Virginia), pero el nuevo padre, John Allan, tuvo siempre sus reservas respecto a la procedencia del pequeño. Se mantuvo distante y nunca quiso legalizar la adopción.
Tras una larga estancia en Gran Bretaña, de 1815 a 1825, Edgar volvió a los Estados Unidos e ingresó en la universidad. Su protector quería hacer de él un gran comerciante o, en el peor de los casos, un buen abogado. Sin embargo, el joven pasaba los días leyendo a lord Byron y atesorando poemas. Harto de imposiciones familiares, dejó la oficina en la que le habían puesto a trabajar al abandonar los estudios y huyó a Boston.
Escritor incomprendido
Mucho se ha dicho de la relación de Poe con el alcohol, y lo cierto es que fue una bomba de relojería para su débil corazón y agudizó sus crisis nerviosas y depresiones. De los 18 en adelante, la vida de Poe basculó entre la genialidad y la locura, el póquer y las deudas, condenado a vivir con lo justo.
Gracias a la ayuda de pequeñas imprentas y de amigos del Ejército –del que fue expulsado en 1831 por mala conducta–, pudo publicar sus primeros libros delírica, como Tamerlán y otros poemas, aunque al poco tiempo abandonó este género para rendirse ante las ventajas del relato corto, mucho más rentable. El autor elevó las posibilidades del cuento al infinito y reinventó la novela detectivesca, cuya patente explotaron después autores como Arthur Conan Doyle. El láudano, un sedante para el dolor de muelas, y sus visitas a tabernas colaboraron en el imaginario colectivo con el morbo y la curiosidad, hasta que se terminó adjudicando a Poe el papel de intelectual maldito.
Surge la leyenda
Así creció la leyenda negra forjada por biógrafos y detractores. Sus escudos protectores en vida fueron su tía Clemm y su prima Virginia, que le seguían allá donde fuese. Ellas fueron su blindaje contra la soledad y las tentaciones alcohólicas, porque, como decía de él Julio Cortázar, “el más solitario de los hombres no sabía estar solo”. Virginia se convirtió en su esposa con apenas 14 años, aunque en el registro civil constara que tenía 21.
En el terreno periodístico el escritor no tuvo compasión. En sus críticas literarias abría en canal sin reparos y se negaba a asociar buenos libros con valores puritanos. Esto le valió enemigos acérrimos. Sus artículos multiplicaban la tirada de las revistas y enriquecían a los editores, mientras él percibía un sueldo mísero. Sus cuentos veían la luz con asombrosa proliferación, aunque su gran sueño nunca se materializó: fundar su propia revista.


Aun así, en 1844, en las afueras de Nueva York, surgió El cuervo, la obra que permitió a Poe poner un dedo en el cielo. Desde entonces, el poema fue celebrado y recitado en todos los círculos literarios del mundo anglosajón, aunque el escritor continuara siendo poco valorado.
Poe no pudo saborear sus éxitos mucho tiempo. La tuberculosis se llevó a Virginia, y su muerte representó un duro golpe para él. Cuando parecía recuperado y se disponía a contraer un nuevo matrimonio con Elmira Royster, enlace que podía abrirle las puertas de la alta sociedad, sufrió una última recaída que le arrastró definitivamente al delirio. Lo encontraron desaliñado, sumido en sus fantasmas, en una taberna donde los partidos políticos invitaban a beber a los pordioseros a cambio de votos. Murió pocos días antes de su boda en un hospital de Baltimore. Sus últimas palabras fueron: “Que Dios ayude a mi pobre alma”.(Revista Historia y Vida)
Precisamente poco antes de su muerte se publicó este enigmático poema titulado «A dream within a dream», del que os mostramos la versión original y su traducción.




A DREAM WITHIN A DREAM

Take this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
Thus much let me avow —
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less gone?
All that we see or seem
Is but a dream within a dream.

I stand amid the roar
Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand —
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep — while I weep!
O God! Can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
One from the pitiless wave?

Is all that we see or seem
But a dream within a dream?


UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO

¡Toma este beso en tu frente!
Y, ahora despidiéndome de ti,
Así mucho tengo que confesar—
No está equivocado, quien estima
Que mis días han sido un sueño;
Aún si la esperanza se ha volado
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¿Es por eso menor la ida?
Todo lo que vemos o parecemos
Es solo un sueño dentro de un sueño.

Me paro entre el rugido
De una orilla atormentada por las olas,
Y tengo dentro de mi mano
Granos de la dorada arena—
¡Cuán pocos! aun como se arrastran
A través de mis dedos a lo profundo,
Mientras lloro-¡mientras lloro!
¡Oh Dios! ¿no puedo asirlos
Con más fuerza?
¡Oh Dios! ¿no puedo salvar
Uno de la despiadada ola?

¿Es todo lo que vemos o parecemos
Solo un sueño dentro de un sueño?



martes, 19 de noviembre de 2019

Conocemos a Jordi Sierra i Fabra

El próximo viernes 22 dentro del 17º Salón del Libro Infantil y Juvenil vamos a mantener un encuentro con Jordi Sierra i Fabra uno de los autores más prolíficos y de más éxito en lengua española.

Nació en Barcelona el 26 de julio de 1947. Desde niño sintió la llamada de la escritura como medio expresivo, escribiendo su primera novela con tan solo doce años. Sin embargo, sus padres no se mostraron demasiado entusiasmados con la afición del pequeño Jordi al considerarla una profesión con poco futuro. Acabados sus estudios secundarios, decidió estudiar como técnico aparejador y trabajó en una empresa de la construcción varios años hasta que, aburrido de los estudios, probó suerte en otro de sus ámbitos predilectos: la música. Fue uno de los fundadores del programa de la Cadena Ser "El Gran Musical", y en 1970 abandonó definitivamente la carrera para convertirse en comentarista musical, lo que le permitió viajar por todo el mundo con grupos y artistas del momento como reportero. Su primer libro profesional vio la luz en 1972, Historia de la Música Pop; y, años después, en 1977, también participó en la creación de la revista Súper Pop, dedicada a la música de artistas juveniles.

Al año siguiente, su carrera como escritor dio un salto cualitativo al ser finalista del Premio Planeta de novela, lo que le animó a dejar atrás algunos de sus proyectos musicales y dedicarse con mayor empeño a la creación literaria. Una buena elección, puesto que en 1981 logró el Premio Gran Angular de literatura juvenil por El cazador, galardón que obtuvo de nuevo en 1983 por en un lugar llamado Tierra, y en 1991 por El último set.


No es el único premio que ha reconocido su trayectoria literaria desde entonces, destacando también los siguientes galardones:
  • Premio Vaixell de Vapor 1990 por “Un llibre monstruos”, y 1998 por “Les històries perdudes”.
  • Premio de la CCEI 1992 por “El último set”; en 1999 por “Donde esté mi corazón”, y en 2001 por “El fabuloso Mundo de las Letras”.
  • Premio Internacional A la Orilla del Viento (México) 1999, por “Historias de medio mundo”.
  • Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2007 por “Kafka y la muñeca viajera”.
  • Premio El Barco de Vapor 2010 por “Historia de un segundo”.
  • Premio Cervantes Chico 2012 por el conjunto de toda su obra y el compromiso cultural de las Fundaciones Jordi Sierra i Fabra en España y Colombia.
  • IX Premio Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil (2013) por el conjunto de su obra, el más importante reconocimiento otorgado en el mundo de habla hispana y el tercer premio más importante junto con el Hans Christian Andersen y el Astrid Lindgren en la materia.

10 curiosidades sobre Jordi y su obra
  • En 2017 ha superado la increíble cifra de 12 millones de libros vendidos en todo el mundo. Sus obras ya se han traducido a más de 30 idiomas, incluido chino y coreano.
  • Jordi Sierra i Fabra era tartamudo de pequeño, un problema que consiguió superar con el tiempo y por el que comenzó a escribir muy joven.
  • Durante su infancia, prácticamente leía un libro al día. Libros que alquilaba en una librería de segunda mano tras vender pan duro y periódicos viejos. No solo leía libros, sino también cómics. El Capitán TruenoFlash Gordon y Rip Kirby estaban entre sus favoritos.
  • Durante muchos años, escribió a escondidas de sus padres y maestros, quienes desaprobaban su afición. Llegó a crear una revista de barrio, guiones radiofónicos y obras de teatro junto a sus amigos.
  • En su juventud, su pasión por crear historias tuvo una gran competidora en la música, un mundillo en el que se abrió camino como profesional y que le permitió después dedicarse a la literatura.
  • En los títulos de sus obras, se suelen repetir estas tres palabras: noche, espejo y siete. Además, muchos de sus títulos provienen de canciones y grupos musicales míticos. Por ejemplo: Campos de fresas (de The Beatles) y Malas tierras (de Bruce Springsteen)
  • En 2005 fue candidato al Premio Andersen, el más prestigioso de la LIJ mundial. Este mismo año también se estrena la adaptación cinematográfica de Campos de fresas en televisión.
  • Su libro La página escrita (2006) es el número 300 de su carrera, un manual para ayudar a los más jóvenes a iniciarse en la escritura creativa. Así se llama también la revista digital sobre literatura juvenil que elabora la Fundación Jordi Sierra i Fabra cada trimestre: http://www.lapaginaescrita.com.
  • Varias de sus obras infantiles y juveniles han sido adaptadas al teatro y representadas sobre un escenario. También, a la pantalla grande e incluso al ballet.
  • Procura empezar a escribir sus libros en lunes, y siempre duerme con una libreta junto a la cama para apuntar las ideas que surgen en mitad de la noche.



Enlaces de interés


domingo, 17 de noviembre de 2019

¿Paranomasia?¿Aliteración? ¿Anáfora? ¡Qué palabras más raras!

Pues aunque os resulten extrañas, hay que conocerlas.

Para que el camino sea más fácil os dejo una Presentación de las figuras literarias en la que además de teoría, podréis realizar ejercicios y comprobar vuestras respuestas.






A continuación, demuestra que las figuras ya no son unas "palabras raras" para ti, resolviendo  estos ejercicios interactivos:

Actividades diseñadas por José Hernández para alumnos de ESO

 Relaciona cada figura literaria con la frase o los versos que le sirven de ejemplo


Testeando. Trivial de Figuras retóricas


Tened en cuenta que aunque las figuras literarias se emplean para embellecer y llamar la atención en textos literarios, también son usadas en la publicidad y ¡cómo no! en las canciones, porque música y poesía suelen estar íntimamente entrelazadas.

Para demostrarlo mirad los vídeos que tenéis debajo y veréis que los recursos literarios   aparecen en las canciones de la forma más normal.




 ¿Hay algún recurso literario en tu canción favorita? ¿Cuál?

sábado, 16 de noviembre de 2019

El poema de la semana ( VIII )

"Diría que un poema es como la estructura de un edificio muy particular a la que no le puede faltar ni sobrar ni un pilar, ni una viga: si sacásemos una sola pieza, se desplomaría. Si en un poema se saca una sola palabra, o se cambia por otra y no pasa nada, es que no era un poema. O todavía no era un poema. Sólo llega a serlo cuando no se puede sacar o cambiar pieza alguna de la estructura"                                                                 Joan Margarit
                              (Del Epílogo a Cálculo de Estructuras, Visor libros, Madrid 2005)


El poema de esta semana  corresponde al recién premiado Premio Cervantes 2019, el poeta Joan Margarit.




Nacido en Sanaüja (Lleida) en 1938, en plena guerra civil, este arquitecto –con estudio propio en Sant Just Desvern, autor de varias obras olímpicas o de trabajos en la Sagrada Família–, hijo de arquitecto y maestra, se dio a conocer como poeta en castellano en el año 1963, con ‘Cantos para la coral de un hombre solo’, con prólogo de Camilo José Cela e ilustraciones de Josep M.Subirachs. En 1980, comenzó su obra en catalán, con ‘L’ombra de l’altre mar’. 
El año pasado, publicó su autobiografía de juventud ‘Para tener casa hay que ganar la guerra’, en catalán y castellano. Bilingüe como poeta, ensayista y narrador, su poesía está recogida en ‘Todos los poemas’, aparecido en ambas lenguas. 
Algunos de sus títulos más destacados -la mayoría, en las dos lenguas- son ‘Estación de Francia’ (1999), ‘Joana’ (2002), ‘Cálculo de estructuras’ (2005), ‘Casa de Misericordia’ (2007), ‘Amar es dónde’ (2015) o ‘Un asombroso invierno’ (2017).


El jurado ha  valorado “la honda trascendencia y lúcido lenguaje siempre innovador” conque el premiado “ha enriquecido tanto la lengua castellana como la catalana”.


Margarit estaba en posesión de varios premios importantes, como el premio Nacional de la Crítica (1984 y 2008), el Rosalía de Castro (2008), el Nacional de Poesía 2008, el premio Víctor Sandoval Poetas del Mundo Latino, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017) y el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2019, recibido el pasado mayo y que recogerá próximamente.

NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR


Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.




viernes, 15 de noviembre de 2019

Convocatoria del VI Premio andaluz de Poesía "Tintas para la vida"


El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, en el marco de la campaña promocional ‘Regala vida, dona órganos’ y con el propósito de continuar difundiendo entre los sectores más jóvenes de la sociedad la importancia del acto generoso de la donación,convoca el VI PREMIO ANDALUZ DE POESÍA ‘TINTAS PARA LA VIDA’.



 BASES 

Podrá concurrir a este concurso todo el alumnado de 5º y 6º de Primaria, así como de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio, que cursen sus estudios en centros docentes andaluces.

Enviarán un único poema por alumno, que no supere los 25 versos, sobre el proceso que envuelve la donación y el trasplante de órganos (donación tanto de vivo como de fallecido, gesto altruista, nueva oportunidad de vida para el receptor, logro de la Medicina, etc.)

Los trabajos se presentarán a través de la página web del hospital, cumplimentando el formulario publicado en www.hospitalreinasofia.org 

El plazo de admisión concluye el 31 de enero de 2020.

Os dejo uno de los poemas seleccionados y publicados en la Antología Tintas para la vida

Donantes vitales

Un órgano, una vida.
Un órgano, una esperanza,
una esperanza para el necesitado.
Una semilla se busca
para un árbol de sueños,
para un río de vida,
para un motor de amistad,
para un purificador de malos sentimientos,
para un soplo de aire fresco,
para una nueva visión del mundo.
Los donantes son vitales
por su actitud desinteresada;
dan alegría y esperanza,
reparan tejidos
y mueven el mundo.
Si hay órganos, hay vidas.
                                                             David Martínez Molina, 13 años
                                                              2º de ESO. IES Alhakén II. Córdoba