domingo, 29 de abril de 2018

Otros Lazarillos

El Lazarillo ha tenido diversas continuaciones: desde la segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes de Juan de Luna fue publicada por primera vez en París en 1620 hasta las Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes de Camilo José Cela en 1944



En 1617 Juan Cortés de Tolosa publicó su Lazarillo de Manzanares, que se parece más al Buscón de Quevedo que a la obra de la que toma nombre. El libro es dificil de leer a causa del gran número de anécdotas intercaladas.


 En 1688 apareció en Londres un "The life and death of young Lazarillo", anónimo. En 1742 se imprimió en Barcelona un Lazarillo de Badalona escrito en verso con la intención de servir de guía de la ciudad que le da nombre.

 Calixto Bustamante Carlos, "Concolorcorvo", por otra parte, hizo circular en 1773 un Lazarillo de ciegos caminantes que describe los itinerarios de Buenos Aires a Lima reflejando usos, costumbres, vida social y trabajos de las ciudades y zonas que recorre. 






El Lazarillo del Duero de Joaquín del Barco está escrito en verso y aparece en 1898 para enaltecer la historia de Zamora con intención pedagógica.
 

 





 El Lazarillo español de Ciro Bayo (1911) 









Palos de ciego, una novela de Eduardo Alonso (1997) que trata de las andazas y picardías de amo y criado contadas desde la perspectiva del ciego.


"En un callejón de Toledo el ciego Juan Barril limosnea a media mañana sentado en el suelo con su pregón de siempre.
—¡Una caridad, por Dios santo! Una limosna para este malhadado ciego...!
Es un pordiosero en toda regla —pues pide por-Dios—, pero la caridad se ha subido al cielo.
La ciudad está llena de pedigüeños y no están los tiempos para dádivas. El ciego también sabe oraciones para preñadas y aojados, recita romances, y a veces dice el porvenir palpando los surcos de las manos.
En esto pasan dos caballeros ricos y principales. Uno es el doctor Marañón, que va despotricando contra Lázaro de Tormes, el pregonero de la ciudad. ¿Lázaro? El ciego no puede contener el parpadeo, como le pasa siempre en casos de apuro y extravío. ¿Lázaro de Tormes? ¿Aquel maldito destrón que lo guiaba hace unos quince años? ¿Aquel niño espabilado y mentiroso que le hizo mil perrerías y engaños? ¿Aquel Lazarillo que se despidió de él con una venganza atroz, mandándole saltar contra un poste, al que embistió como cabrón, dándose tan gran calabaza que cayó hacia atrás medio muerto?"

Así empieza esta novela picaresca, que es la versión y la réplica que el ciego da a un libro recién aparecido, que todo el mundo en Toledo lee, ríe y celebra, intitulado Vida y andanzas de Lázaro de Tormes.¡Lo que hay que ver! ¡Hasta los pregoneros —todos unos ladrones—
escriben libros como si fuesen Aristóteles! 
Para Juan Barril, la verdad es una jarra con dos asas, una moneda con dos caras. Lázaro mostró una, él quiere decir la suya. ¿Dos medias verdades hacen una verdadera?

martes, 3 de abril de 2018

Día internacional del Libro Infantil 2018

Ayer se celebró, un año más y como cada día dos de abril, el Día internacional del Libro Infantil 2018 coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen.
 Cada año una sección nacional del IBBY (Organización internacional para el libro infantil) tiene la oportunidad de patrocinar el Día del Libro Infantil y selecciona un escritor representativo y a un reconocido ilustrador de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.

En 2018 el país afortunado ha sido Letonia, el mensaje ha sido escrito por la autora Inese Zandere (1958) y el cartel es obra del ilustrador Reinis Petersons (1982).

 Os dejo a continuación  ambos:
dia internacional del libro infantil, 2018, cartel,
Los libros hacen grande lo más pequeño
Las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea cristales a partir de agua. Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a un texto. El mundo adquiere un orden precioso. Aún recuerdo que de niña luchaba conmigo misma por defender la justicia y la simetría, la igualdad de derechos para la izquierda y la derecha: si tamborileaba con los dedos una melodía sobre la mesa, contaba cuántas veces debía golpear con cada dedo para que los demás no se sintieran ofendidos. Solía aplaudir dando una palmada con la mano derecha sobre la izquierda, pero pensé que eso no era justo y aprendí a hacerlo al contrario, con la izquierda sobre la derecha. Por supuesto, este afán instintivo de equilibrio resulta gracioso, pero lo que muestra es la necesidad de evitar que el mundo llegara a ser asimétrico. Tenía la sensación de ser la única responsable de todo su equilibrio.
La inclinación de los niños hacia los poemas y las historias surge, igualmente, de su necesidad de llevar regularidad al caos del mundo. Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos de hadas, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran caos. Crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es posible y que todas las personas tienen en él un sitio único. Todo fluye hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo bien estructurado. La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve su coraje para vivir.
En un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera instantánea y no solo cuando llegan a adultos. Un libro es un misterio en el que se encuentra algo que no se buscaba o que no estaba al alcance de alguien. Lo que no pueden comprender lectores de una cierta edad permanece en su conciencia como una impronta y continúa actuando aun cuando no lo entiendan completamente. Un libro ilustrado puede funcionar como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de ser íntegros.
Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío.