domingo, 9 de febrero de 2020

El Renacimiento


 El Renacimiento es un movimiento cultural que, impulsado por la actitud humanista, abarca todos los aspectos de la actividad humana: político, económicos, artísticos… Se trata de un cambio de mentalidad, de una distinta valoración del mundo y del hombre, de una nueva forma de entender la existencia. 

En esta época se van asentando los cimientos del pensamiento moderno, basado en el uso de la razón y en la observación directa de la realidad. Aunque no se abandona la fe religiosa, se supera el teocentrismo medieval y se dan los primeros pasos hacia una visión más racionalista y científica de la realidad.
Este vídeo, publicado en Youtube, explica de una manera muy clara y completa, las cuestiones más interesantes acerca de la literatura renacentista española.



El “hombre del Renacimiento”

Baldassare_Castiglione,_by_Raffaello_Sanzio,_from_C2RMF_retouchedEl Renacimiento, como todos los movimientos innovadores, fue elitista y afectó principal a una minoría culta. La curiosidad intelectual, el cultivo de la persona y el vitalismo del “hombre del Renacimiento” lo llevan a querer saberlo todo y a vivir intensamente. Encarna esta aspiración la figura del cortesano, cuyo modelo fija el italiano Baltasar de Castiglione (1478- 1529) en su obra El cortesano.
El caballero renacentista debe ser diestro en el manejo de las armas —igual que el medieval— pero, además, debe poseer una dimensión humanística y creativa. Quiere ser a la vez erudito, soldado, artista y científico; refinado y elegante con las damas, seductor y ferviente enamorado. Su conducta se regirá por la ética y por la aspiración a una fraternidad humana ideal, ambas fruto de la filosofía moral humanista. 

Y así nuestro cortesano, además de linaje, debe tener buen ingenio y sea gentil hombre de rostro y buena disposición de cuerpo, y alcance una cierta gracia en su gesto que le haga parecer bien a primera vista y ser de todos bien amado.
Pienso que el principal y más propio oficio del cortesano sea el de las armas, las cuales sobre todo se traten con viveza y gallardía; que sea fiel y esforzad y que lo sea siembre
Puédense también hallar muchos otros ejercicios, los cuales traen siempre consigo una animosa lozanía de hombre. Entre estos son los principales la caza y la montería; no daña saber nadar. Hace asimismo al caso tener la habilidad en saltar y correr.
Nuestro cortesano tendrá gracia, especialmente en el hablar, deberá huir de la afectación, porque la facilidad y la llaneza siempre andan con la elegancia. Todo esto se haga tan sin trabajo que el que escucharre piense que esto no es nada de hacer y que está en la mano hacerlo él también.
Hará el caso que sea músico y ha de ser diestro en tañer diversos instrumentos. Porque ningún descanso ni remedio hay mayor ni más honesto para las fatigas del cuerpo y pasiones del alma que la música.
 Baltasar de Castiglione, El cortesano (adaptación).

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