viernes, 28 de marzo de 2014

Así comienza  El soldadito de plomo o El intrépido soldadito de plomo (Den standhaftige Tinsoldat)  un cuento de hadas del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, famoso por sus cuentos para niños. Fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 1838.

Aquí puedes leerlo 

En este cuento los juguetes tienen vida,piensan y sienten lo mismo que las personas. Además, cada uno manifiesta una personalidad propia: el cascanueces es alocado, la tiza es tonta, el duende es maligno....
Imagínate que escribes un cuento sobre lo que sucede en el interior de un armario y que sus protagonistas son las prendas de ropa. ¿Qué personalidad tendría el abrigo negro? ¿Y los calcetines de rayas? ¿Y las doces corbatas? ¿Y el chándal? ¿Y los pantalones piratas? ¿Y el pijama?

 LA DECISIÓN


Un día en un armario de una casa, un chico no decidía que prenda ponerse para un paseo normal y corriente, así que mientras se fue a ver la tele para haber si se le ocurría algo. Mientras, en el armario las prendas se reunieron para tomar una decisión, pero no lo dejaban claro:
-¡Silencio, silencio! - dice el abrigo negro. -¡Tenemos que tomar una decisión y rápida!
-¡Está claro! – replican las doce corbatas-. Nosotras somos las más elegantes y quedamos muy bien en cualquier otra prenda, ¡nadie nos supera!
-¡Pero si sólo va a ir a dar un paseo! – le contestaron los calcetines.- ¡Nada como un par de calcetines calentitos para dar un fantástico paseo!
-¡De eso nada! – se interpuso el chándal en la discusión.-El chico necesita salir para hacer un poco de deporte, ¡yo le seré de mucha utilidad!
-¡Pero por qué discutís tanto, si ya sabéis que yo voy a ser el elegido! – gritaron los pantalones piratas.
-¡Podríais callaros un poco! – ordenó el pijama. – Hay gente que quiere descansar un rato.
-¡Silencio, silencio! – replicó el abrigo.
Así que empezaron a pelearse, pero de repente se oyeron unos pasos. Era el chico, estaba subiendo las escaleras. Cuando llegó al armario estaba todo en calma.
- ¡Ya sé! – dijo el chico. - ¡Me pondré toda la ropa que pueda, porque así voy más abrigado y paso menos frío!
Y así lo hizo, el chico fue al parque con el abrigo, los calcetines,… y las demás prendas a dar un simple paseo.

                                      Alicia Navajas Fernández 1ºE

 

Había una vez en un armario 25 camisas, 5 sudaderas y 8 pares de zapatos.
Un día, un niño tiró a la basura una camisa y entonces en el armario hubo una pelea, debido a que la camisa que tiraron era la que ponía orden. 
 
Cuando el niño se preparaba para ir para el colegio, fue a vestirse y al abrir el armario vio toda la ropa rota y sucia y lo que único que se le ocurrió fue tirarla.
Las ropas estaban tristes, entonces lo que hicieron fue perdonarse unas a otras, pero por muchas cosas que hicieran nunca llegarían de nuevo a esa casa (eso es lo que pensaban) pero de repente una sudadera tuvo la idea de que podían bajarse del camión de la basura ayudándose entre sí y llegar a la casa sin que ninguna persona los pudiesen ver.
Los zapatos se sabían el camino de vuelta perfectamente porque siempre se recorrían ese camino, y así hicieron todos, todos colaboraban en todo y llegaron a la casa y se metieron de nuevo en el armario.
Después lo que hicieron fue arreglarse unas a otras. Al siguiente día el niño al abrir el armario se llevó una gran sorpresa y todo acabó feliz.

                                               Carmen María Raya González 1º E




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