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martes, 30 de noviembre de 2021

Instrucciones y Normas: Los textos prescriptivos

Los textos prescriptivos tienen como propósito guiar al lector, o receptor, para conseguir un objetivo, o bien regular su comportamiento o forma de actuar ante una situación o contexto determinado. 

Podemos distinguir dos tipos: 

Los instructivos, que se componen de un conjunto de indicaciones necesarias que explican cómo se hace o funciona algo, cómo se llega a un objetivo.

Estructura

Estructura de los textos instructivos
Introducción
Explica características generales; tal vez especifique el objetivo o meta (aunque muchas veces ya estará especificado en el título). Puede indicar los componentes, en el caso de que estemos ante el manual de instalación y funcionamiento de un aparato mecánico o electrónico.  En el caso de una receta de cocina, se especificarían los ingredientes.
Desarrollo
En este caso hablaremos más bien de programa: la serie secuencial de las distintas fases o etapas que hay que seguir.
Cierre
Hay diversas maneras de "cerrar" el texto. Por ejemplo, podría proponer que se haga la comprobación de que se ha alcanzado el objetivo, haciendo, por ejemplo, una prueba de funcionamiento.

Puede ocurrir que algunos textos instructivos solo consten del programa, que estaría dividido en fases. La primera fase incluiría lo que se pida que hagamos, y la última sería la llegada a la meta, es decir, el cumplimiento del objetivo que se proponga.

Características

  • El lenguaje suele ser claro y preciso, con oraciones breves, como si se hablase al lector. Incluirá tecnicismos propios del tema tratado: cocina, informática, electrónica, jardinería, etc.
  • El lenguaje es bastante objetivo.
  • Los verbos se emplean en presente de indicativo, en infinitivo y en formas imperativas. Predomina la segunda persona (tú, vosotros/as); en textos formales se emplea el verbo en concordancia con la persona usted; también puede estar escrito con formas impersonales, o bien oraciones con "se" p. e., Se introduce el cable USB en el enchufe.
  • Se seguirá un orden cronológico; ello requerirá marcadores de ordenación temporal (primero, primeramente, en primer lugar, luego, después, mientras, a continuación, todavía, etc.)
  • Se emplean marcas gráficas (números, flechas, etc.) para indicar los distintos pasos.
  • A veces aparecen letras en negrita, o de distinto tamaño.
  • Con frecuencia el texto incluye fotografíasdibujos o diagramas.
     
    
 Los normativos,  ordenan y requieren que algo se haga de determinada forma, o, alternativamente, que no se haga en absoluto. Regulan nuestra actuación en todo tiempo y circunstancia, en nuestra relación con los demás.
Dentro de ellos se incluyen las leyes y otras normas legales; pero también otras normas que nos obligan a actuar de determinada forma, en ciertas situaciones.

Las reglas de los juegos y deportes también son textos normativos. Cuando jugamos con otras personas, aceptamos someternos a ciertas reglas: si estamos jugando un partido de fútbol, o de cualquier otro deporte, o juego en general (ajedrez, damas, oca, parchís, etc.) tendremos que conocerlas, aceptarlas, y, por supuesto, no hacer trampa.



Estructura

La estructura de un texto normativo no es siempre la misma puesto que depende de muchos factores: destinatarios, objetivo, ámbito de aplicación, tipo de texto (jurídico, administrativo), etc.

Características
  • El lenguaje es claro, preciso y muy objetivo. Incluirá un vocabulario específico de acuerdo con el tema (Derecho, Economía, deportes, juegos de mesa, etc. )
  • Los verbos se emplean en presente de indicativo, en condicional, en futuro, en infinitivo y en formas imperativas.
  • Se observarán muchas oraciones con "se" p. e., se entregará copia del libro de familia.
  • Puede seguir un orden cronológico, con los marcadores pertinentes, o bien un orden lógico, de lo más general a lo más particular, con distintos apartados y subapartados, marcados por algún sistema de numeración.
  • A veces, para destacar, se incluyen letras en negrita, o de distinto tamaño.
  • Para acompañar las explicaciones, aunque no es frecuente, a veces se incluyen dibujos o diagramas.
Vamos a demostrar que hemos entendido todo lo anterior escribiendo un texto instructivo, a ser posible una receta de cocina.

Recuerda que puedes hacerlo de tres formas


Textos de la vida cotidiana


La comunicación es un proceso esencial en nuestras vidas, ya que somos seres sociales que necesitamos tener relación con nuestro entorno y con la gente que nos rodea.


En los  días que estuvimos sin salir de nuestra casa por la pandemia del Covid-19  pensad por un momento lo que sería de nuestra vida si no nos hubiésemos podido comunicar con nuestros amigos, familiares e incluso con nuestros profesores. Pensad también cómo serán estas navidades si no nos podemos reunir junta toda la familia?  ¿Cómo viviríamos? ¿Cambiaría nuestra forma de comportarnos? ¿ Y de comunicarnos ?  Con toda seguridad, sí, todo sería muy distinto. 
Tened en cuenta que nos comunicamos continuamente y muchas veces no nos damos ni cuenta de ello. Y una de las formas que tenemos de comunicarnos (aunque no la única) es a través de nuestra lengua. Podemos emplear una comunicación no verbal pero la comunicación verbal (la que emplea la palabra) es fundamental en nuestras vidas: hablamos, intercambiamos informaciones, sentimientos, ideas, expresamos nuestras dudas y nuestras alegrías... Y manejamos continuamente textos orales y escritos.

El texto constituye la unidad máxima de comunicación y transmite un mensaje completo. Pero los textos no son todos iguales, ni muchísimo menos. Los textos pueden ir desde una sola palabra a una obra completa. Y, claro, cada texto responde a una finalidad diferente (un texto que pretende instruir será diferente de otro que busca convencer, por ejemplo).


Textos de la vida cotidiana y las relaciones sociales: son textos que se emplean en un contexto familiar y social: cartas, avisos, notas...


AVISOS: Son escritos que tienen la finalidad de alertar o prevenir. Pueden aparecer en lugares públicos ("Acceso cerrado de 10:00 a 12:00 horas") o en lugares privados ("Mamá, vendré a las siete de la tarde"). Fijaos cómo el primer aviso tiene un significado más general, mientras que el segundo es más familiar y está redactado con un lenguaje más informal.



NOTAS: Las notas responden a distintas finalidades: informar, rogar, agradecer, disculparse, comentar... También hay notas públicas ("Se comunica a los alumnos, que con motivo de las obras, la puerta principal del centro permanecerá cerrada") y privadas.



DIARIOS: Son textos privados de extensión variable en los que se pone un registro de fecha con el objetivo de ser leídos posteriormente por la persona que los escribe.



CARTAS: La carta es una de las formas de comunicación más cercanas y cotidianas. El escribir una carta personal a un ser querido era algo muy especial porque en las palabras que escribíamos en esas cartas iban nuestros deseos, nuestras ilusiones y nuestros proyectos. Antes escribir una carta personal suponía seguir todo un proceso: escribirla con nuestro puño y letra, meterla en un sobre, ponerla un sello, echarla en el buzón y esperar pacientemente a que el cartero llegara con una carta de respuesta. Y qué ilusión cuando llegaba esa carta que tanto estábamos esperando, ¡qué impaciencia por abrirla, leerla y saber qué tal le iba a nuestro amigo, a nuestro novio o algún familiar...!
Actualmente, el encanto de la misiva escrita se ha perdido con el desarrollo de las nuevas tecnologías. Ahora tenemos opciones mucho más rápidas y cómodas como el e-mail, el mensaje a móviles, los wasap...Todos estos medios que nos permiten una comunicación más interactiva y veloz, ha desterrado la carta tradicional de nuestras relaciones cotidianas (las cartas para relaciones personales se han reducido mucho, quedando este tipo de comunicación para informaciones más formales, tipo facturas o notificaciones oficiales). Observad la estructura de la carta personal .

CORREOS ELECTRÓNICOS:
¡Tan usados en esta etapa que estamos viviendo! Su estructura es muy similar a la de una carta tradicional. encabezamiento, cuerpo y despedida.

AQUÍ tienes unos consejos para escribir correos electrónicos.

jueves, 7 de mayo de 2020

'Covidiota', 'balconazis', 'cuarenpena'... los neologismos que nos ha traído la pandemia


Esta crisis del coronavirus ha provocado la recuperación de palabras ya existentes y la creación de otras nuevas

Que el pensamiento no puede tomar asiento lo sabíamos ya gracias a una de las canciones de Aute. Que la lengua tampoco puede, ni debe, sentarse quieta a esperar, lo podemos confirmar simplemente observando cómo se han comportado las palabras del español durante los más de 20 días que llevamos de estancia bajo el estado de alarma.



Pasaron pocas horas desde que el virus se hizo cifra y habitó entre nosotros para empezar a detectar cómo los hablantes, en redes sociales, en los memes de los teléfonos y en las tertulias empezaban a hacerse con palabras que hasta entonces yacían dormidas en nuestro vocabulario: confinamiento, pandemia y su hermana infodemia se han hecho protagonistas de nuestros usos lingüísticos, desplazando a otras más manidas que estaban clavadas en el discurso mediático.

Hemos aprendido que EPI son las siglas de equipo de protección individual, hemos sabido que las mascarillas son nasobucos en Cuba y barbijos en Argentina y Bolivia; hemos descubierto el significado social de que algo sea esencial y nos han enseñado que tenemos una mano no dominante que es la que debemos utilizar al salir a comprar. Las resurrecciones léxicas tampoco paran: en las últimas horas nos hemos familiarizado con desescalar como sinónimo de 'graduar'.

Al mismo tiempo que hemos despertado a viejas palabras, hemos creado otras nuevas. Cualquier innovación que se registra en una lengua pasa por dos fases: una es la propia innovación y otra, la verdaderamente clave, es la difusión. Innovar lingüísticamente no es tan complejo, pero esa creación queda en nada si no es adoptada por otros hablantes y se generaliza más allá de la persona que inventa. Esa nueva palabra que se crea y, si tiene suerte, se extiende, recibe el nombre de neologismo. Pues bien, no son pocos los neologismos que han empezado a circular en estos días a causa del maldito coronavirus.

Quizá el más extendido mundialmente en estos momentos es el adjetivo covidiota. Tanto en inglés (covidiot) como en español (covidiota) la palabra lleva al menos diez días designando a aquel que, en estas circunstancias sin duda trágicas, comete irresponsabilidades que perjudican a los demás: ignora la distancia social, extiende bulos, acapara por encima de sus necesidades... De hecho, la cuenta de Twitter de The New York Times @NYT_first_said, que registra las palabras que aparecen por primera vez en este periódico, documentó covidiots el 4 de abril, coronacoma el día 1 y anticoronavirus el 30 de marzo, tres neologismos del inglés causados por la situación que vivimos.

En español han circulado variantes de todo tipo a partir de las palabras comunes hoy: el covidiota ha sido llamado también coronaburro; al coronavirus lo han llamado carallovirus; a la cuarentena, cuarenpena, y al confinamiento, confitamiento por la ganancia de peso que, a falta de ejercicio físico y dada la ingesta de repostería doméstica, todos vamos a mostrar. Los que ejercen de policías de balcones para insultar a quienes circulan por la calle (sin saber si, por ejemplo son gente que va o vuelve de trabajar o padres de niños con discapacidad) han sido calificados como balconazis.

Estas creaciones de vocabulario, neologismos del lenguaje, han empezado a convivir con otro fenómeno igualmente interesante, individual y aún más ocurrente. Al pediatra Alberto García-Salido (@Nopanaden) se le ocurrió a primeros de abril abrir un hilo en Twitter con la etiqueta #covidcionario para que los hablantes de español propusieran nuevas definiciones para palabras que nuestra lengua ya tenía.

El hilo ha dado lugar a toda una cadena de definiciones (descacharrantes unas, muy críticas otras) propuestas por distintos usuarios de la red social: ventana como "parte de nuestra casa que durante el periodo de confinamiento disfruta de una clara actualización de su sistema operativo"; pandemia como "acuerdo tácito entre una gran parte de la población para ponerse a hacer pan durante el confinamiento" o, refiriéndose a la indignante escasez de trajes EPI, epitafio como "el estado en que queda un servicio cuando escasea la protección individual y se ha de confeccionar". Son neologismos de significado, neologismos semánticos.

Con todo, pocos lingüistas o filólogos disfrutarán con este fenómeno de neologismo léxico o semántico. Decía Aute que vivir es un accidente de gozo y dolor; las palabras también reflejan ahora ese doble camino. Los miles de hablantes de español que han muerto estas semanas se han llevado consigo cientos de palabras que solo su generación conoce, algunas recuperables a través de textos, otras, propias de las tradiciones orales y de las conversaciones más espontáneas, enterradas como se entierra en los entierros de ahora: sin velatorio ni rito de despedida. Estas nuevas palabras en torno al coronavirus son una ganancia muy cruel para la lengua.

                                                                                    
                                                                                     Verne. El País

martes, 24 de mayo de 2016

Los textos argumentativos


El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de persuadir a un receptor. La finalidad del autor puede ser probar o demostrar una idea (o tesis), refutar la contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados comportamientos, hechos o ideas.
La argumentación, por importante que sea, no suele darse en estado puro, suele combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar, la argumentación intenta demostrar, convencer o cambiar ideas.
Para saber más, esto te ayudará: Argumentación
Pincha en la imagen
http://www.tinglado.net/tic/manuel/textosargumentativos/textosargumentativos.html
 

jueves, 14 de noviembre de 2013

"Receta" para elaborar un texto argumentativo


Como ya sabemos la argumentación es una forma discursiva cuyo finalidad es demostrar que una determinada idea (tesis) es verdadera. Para ello se emplea un conjunto de razonamientos y datos que conocemos como argumentos.
Si lo que pretendemos es demostrar que la tesis es falsa, entonces realizamos una refutación , en este caso los argumentos empleados los llamaremos objeciones.
Para repasar 
Visita este LIM de Manuel  Guerrero
http://www.alquimistasdelapalabra.com/argumentacion.htm
Cuando quieres preparar una receta de cocina, una tortilla de patatas, por ejemplo,  primero piensas en qué ingredientes vas a necesitar, y en qué orden vas a llevar a cabo la preparación de este plato.Pues lo mismo pasa para "elaborar" un texto argumentativo.

Para elaborar un texto argumentativo necesitamos:
  • Una tesis (el tema de que va a tratar la argumentación). 
  • Un título (preferentemente un Sintagma Nominal).
  • Tres párrafos (separados cada uno de ellos por un espacio):  
    • Párrafo 1: Exposición de la tesis. Aparece la palabra clave o tesis de la argumentación.
    • Párrafo 2: Argumentación. Se exponen los tipos de argumentos que se crean convenientes.
    • Párrafo 3: Conclusión. Breve resumen del texto argumentativo. En él vuelve a aparecer la tesis y se puede repetir o redactar algún nuevo argumento.
     
  • Argumentos (párrafos dos y tres)
    • Dos argumentos a favor.
    • Dos argumentos en contra.
    • Un argumento de experiencia personal (opcional).
    • Un argumento que se considere lógico y razonable (opcional).
    • Un argumento que sirva como ejemplo (opcional).
    • Un argumento de la mayoría (opcional).
    • Argumento de autoridad (opcional).
     
  • Conectores textuales (en los párrafos dos y tres).
 Ahora te toca a ti  ¡Practica esta "receta"!