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jueves, 3 de junio de 2021

Es de Lope...

 


La expresión “Es de Lope” se generalizó durante el siglo XVII para indicar que algo era excelente, extraordinario…

Durante el siglo XVII se produce un fenómeno absolutamente novedoso: el teatro se convierte en el género literario por excelencia, el de mayor éxito, el más seguido por el público. Este teatro, nacido de la evolución y convergencia de las diferentes corrientes dramáticas que, según hemos visto, convivían en el Renacimiento, alcanza su madurez en la última década del siglo XVI con Lope de Vega, el verdadero genio creador de una nueva formas de teatro, cuyas bases teóricas expone en los versos del Arte nuevo de hacer comedias (1609).

Lope Félix de Vega y Carpio, llamado el Fénix de los ingenios fue un escritor muy prolífico: cultivó todos los géneros. Fue excelente poeta, notable prosista y genial dramaturgo. Autor de una amplísima obra literaria, vivió, por otra parte, una de las vidas más apasionadas de la historia de la literatura española.


Nació en Madrid, en 1562, de familia de clase media con pretensiones de nobleza. Desde muy joven demostró una precocidad extraordinaria. En su ciudad natal estudió en los teatinos y, más tarde, en Alcalá y Salamanca. Intervino en la conquista de la isla Terceira y regresa de nuevo a Madrid. Su vivo y apasionado carácter le lleva a tomar la vida como viene y con demasiada prontitud. De ahí los vaivenes sentimentales, que le proporcionaron numerosos problemas a lo largo de su vida, así como frecuentes cambios de actitud vital. En Madrid, se enamora de la actriz Elena Osorio (la Filis de sus versos). Abandonado por ésta, a los cinco años, escribe unos poemas que le valen el destierro. Poco después, se casa por poderes con Isabel de Urbina (la Belisa de sus versos). Embarca en la Armada Invencible. De nuevo en España, se instala en Valencia, donde se dedica a una intensa creación. Entra al servicio del duque de Alba y se traslada a Alba de Tormes, donde muere su esposa.

Vuelve a Madrid y contrae matrimonio con Juana de Guardo, lo que no dificulta las relaciones con Micaela Luján (Camila Lucinda en sus versos), de la que tuvo cinco hijos. Rompe con Micaela y, poco después, mueren su esposa y su hijo Carlos Félix, lo que le causa tan profunda conmoción y crisis espiritual que dedice ordenarse sacerdote a los cincuenta y dos años. Sin embargo, vuelve a enamorarse de una bella actriz, Marta de Nevares (Amarilis o Marcia Leonarda en sus versos), de la que tiene varios hijos. Estos amores amargan sus últimos años al quedar ella ciegoa y perder, más tarde, la razón. Muere su hijo Lope Félix y es raptada su hija Clara. Estos hechos y sus primeros fracasos en la escena hicieron que Lope sobreviviera poco tiempo. Muere en Madrid en 1635. 

[Literatura española 2, Alhambra Longman, 1992]

El teatro de Lope de Vega es síntesis de las tradiciones culta y popular anteriores. Ofrece un teatro basado en una retórica de la persuasión, en la comunicación con el público. Lope perseguía el público y sabía cómo conseguirlo.

Lope pasó varios años en Valencia, en contacto con Guillén de Castro, Tárrega y otros, con un ambiente teatral innovador. Desde la primera mitad del siglo XVI debió de haber un teatro estable, próximo a la Universidad, en la plazoleta de la Olivera. Se realizaban funciones nocturnas, con velas, por lo que resultaban caras y se suprimieron hacia 1630. Se representa un teatro populista en el que importa mucho la intriga, las costumbres populares, la utilización del simple o gracioso, y con un lenguaje próximo a la lengua común. Lope no tiene más que adoptar y evolucionar lo que ya se estaba haciendo en Valencia.

Arte nuevo de hacer comedias

Entre 1605 y 1615 coinciden en Madrid, en la Corte, una constelación de grandes figuras que conviven difícilmente. Lope se ve mezclado entonces en todas las polémicas artísticas que surgen. Es protagonista de una guerra literaria en la que se enfrenta a Cervantes y su supremacía en la novela; a Góngora en el terreno de la poesía; y, en el terreno teatral, a los aristotélicos que, desde Italia, defienden el canon clásico de componer obras.


Es en este ambiente donde hay que situar Arte nuevo de hacer comedias, un texto que el autor publica a los 47 años, cuando ya es un poeta consagrado y según él mismo dice en la obra lleva ya escritas 483 comedias. Se trata de una composición que escribe por encargo del Conde de Saldaña, miembro de la Academia de Madrid, y se inscribe dentro de una práctica bastante habitual entre los autores y las diferentes Academias del momento. Así pues, el texto de Lope nace para contestar a una polémica de la época, pero también le sirve para dejar por escrito su concepción del teatro y justificar lo que ha venido siendo hasta ahora su práctica habitual. Como ha expresado José F. Montesinos, el Arte nuevo… fue un texto revolucionario que no hizo ninguna revolución, porque ya Lope la había hecho antes en los corrales.

La revolución a la que Montesinos se refiere, y que recoge el Arte nuevo, es la de defender lo que llamaríamos hoy el teatro comercial. Es decir, Lope sostiene que el teatro se sustenta en el público, y no en un canon aristotélico, artístico. Su fin es escribir un teatro de su tiempo, cuya norma suprema sea la de dar gusto a un auditorio bastante ecléctico, lo que le conduce a creer en un teatro exento del antiguo arte:

“Y cuando he de escribir una comedia,

encierro los preceptos con seis llaves,

saco a Terencio y Plauto de mi estudio

para que no me den voces, que suele

dar gritos la verdad en libros mudos,

y escribo por el arte que inventaron

los que el vulgar aplauso pretendieron

porque, como las paga el vulgo, es justo

hablarle en necio para darle gusto.” 

En opinión del catedrático Felipe B. Pedraza Jiménez son estos famosos versos los que han creado toda una corriente crítica antilopista que llega a nuestros días fruto de “que han sido malinterpretados. Lo que Lope quiere decir con lo de “hablarle en necio” es un juego irónico, ya que emplea la misma crítica que le hacían sus enemigos. Hay que entender que Lope escribe el Arte nuevo con una sonrisa, usa la ironía desde el momento mismo que culpa al público del camino que ha escogido”. Con esta confianza en el auditorio, en España se desarrolla un teatro popular que sólo tiene parangón en la Inglaterra de Shakespeare. “Es un teatro comercial, que pretende vivir y vivirá de los espectadores, de un público variadísimo para el que los autores deben organizar su discurso de la mejor forma. De esta manera, Lope defiende una libertad artística que no depende exclusivamente del autor, sino que establece una relación dialéctica con el público. 

La vigencia de su teoría es que hoy, cuatro siglos después, seguimos interesados por un arte teatral que tenga en cuenta al público”. No hay que olvidar que la fama de Lope cruzó fronteras. Explica Pedraza que el tratado “es, en primer lugar, la reacción a unos escritos teóricos que vienen de Italia, en los que se defiende la preceptiva latina. Pero, una vez publicado el Arte nuevo, hay numerosos intentos por imitarlo fuera de nuestro país. Desde luego, en Italia, Francia, Alemania y Polonia. Luego, durante el romanticismo experimenta una resurrección especialmente en Alemania e Inglaterra”.

Mezclar lo trágico con lo cómico


Frente a la idea clásica de separar tragedia y comedia, las obras pueden mezclar elementos cómicos y trágicos para mayor satisfacción del auditorio.

La unión de asuntos serios con momentos más ligeros responde a la pretensión de naturalidad. Esto permite, por otra parte, hacer protagonistas de obras de tono grave a personajes como el villano, contraviniendo así las preceptivas clásicas.


Lo trágico y lo cómico mezclado,
y Terencio con Séneca, aunque sea
como otro Minotauro de Pasife,
harán grave una parte, otra ridícula,
que aquesta variedad deleita mucho. […]
No hay que advertir que pase en el período
de un sol, aunque es consejo de Aristóteles,
porque ya le perdimos el respeto
cuando mezclamos la sentencia trágica
a la humildad de la bajeza cómica.

Ruptura de la regla de las tres unidades

La preceptiva clásica, desde la Poética de Aristóteles hasta los humanistas del siglo XVI planteaba que la obra de teatro debía ajustarse a tres unidades: la unidad de acción, de espacio y de tiempo. La nueva fórmula propone su ruptura cuando así lo exija la verosimilitud de la obra. Es habitual que se dé una acción secundaria a cargo de los criados o de otros personajes. Además, la acción puede tener lugar en varios días y en diferentes escenarios, ya que esto se ajusta a la naturalidad de las acciones humanas.

Adviértase que solo este sujeto
tenga una acción, mirando que la fábula
de ninguna manera sea episódica. […]

No hay que advertir que pase en el periodo
de un sol, aunque es consejo de Aristóteles,
porque ya le perdimos el respeto
cuando mezclamos la sentencia trágica
a la humildad de la bajeza cómica.

 Estructura en tres actos

Frente a los cuatro o cinco actos habituales en periodos anteriores, estas obras se estructuran en tres actos. Al primero corresponden el planteamiento; al segundo, el nudo y al tercero, el desenlace. Según Lope, hasta la mitad del acto tercero el público no debía sospechar el final de la historia:

Divide en dos partes el asunto,

ponga la conexión desde el principio,

hasta que vaya declinando el paso,

pero la solución no la permita

hasta que llegue la postrera escena,

porque en sabiendo el vulgo el fin que tiene,

vuele el rostro a la puerta, y las espaldas

al que esperó tres horas cara a cara;

que no hay más que saber que en lo que para. […]

En el acto primero ponga el caso,

en el segundo enlace los sucesos,

de suerte que hasta medio del tercero

apenas juzgue nadie en lo que para.

Los personajes de la comedia nueva

Aunque hay gran cantidad de personajes dispersos por todas las comedias del siglo que nos ocupa y algunos de ellos se ha consolidado como un personaje bien individualizado y con características propias, como es el caso del donjuán, se suelen repetir figuras fijas, a la manera de personajes tipo.



El galán

Es un caballero apuesto, idealista, noble y valiente.  Esta misma función puede ser representada por un campesino, como Frondoso en Fuendetodos. Su misión natural se orienta hacia la conquista de la dama, venciendo casi siempre notables dificultades.

La dama 

Es joven, bella y noble. Recibe los requiebros del galán. En ocasiones, cuando ha sido agraviada o engañada, es capaz de tomar la iniciativa e incluso disfrazarse de varón (como en Don Gil de las calzas verdes). Una figura común en las comedias barrocas es la dama disfrazada de hombre, que cambia sus habituales vestidos femeninos para perseguir al galán que la ha abandonado. Este personaje aparecía también en las novelas de la época y fue muy censurado por los moralistas.

La criada

Representa, junto a la dama, el mundo femenino y sus relaciones son paralelas a las del galán y el gracioso, con quienes comparten sus principales características, ya que la criada también es más realista y actúa como confidente de la dama, mientras esta, por lo general, busca la manera de conseguir los amores del galán con su ayuda.

El criado

Representa lo contrario del galán, ya que por lo general es muy realista, práctico y cobarde. El gracioso (o figura del donaire) suele ser casi siempre el criado de confianza del galán; es fiel y buen consejero, y aporta la nota cómica a la trama. Al tiempo que el galán se enamora de la dama, el gracioso corteja a la criada de esta.

El criado o gracioso desempeña un importante papel en la obra ya que permite al galán dialogar con él y contarle sus inquietudes. Desempeña también el papel de narrar sucesos no escenificados en las tablas.

A veces tiene una función distanciadora muy moderna, al advertir al público con su actuación de que lo que ve no es realidad, es literatura.

El gracioso de Lope de Vega procede de la evolución del personaje del bobo de Lope de Rueda; en las obras de Lope de Rueda el bobo es un personaje cómico, presentado de forma ridícula. Suele ser un aldeano tonto que se expresa mal y se comporta torpemente. Lope de Vega hace evolucionar al personaje convirtiéndolo en un personaje urbano, inteligente e ingenioso, cuyas bromas y críticas a su amo tienen mucho éxito. Finalmente predomina en el gracioso su vertiente placentera y simpática, con lo que sus actitudes y comentarios quedan integrados en el sistema de valores del Barroco.

Otros personajes

Otros personajes presentes en las comedias son los siguientes: un caballero, generalmente de edad avanzada, que suele ser el padre de la dama y que vela por su honra (a veces es un hermano de la dama); el villano, un labrador rico, cristiano viejo, con un fuerte sentido de la honra; el rey, a veces justo y otras veces tiránico; y el caballero poderoso, un noble que pretende usar su poder para conseguir sus pretensiones amorosas.

El lenguaje de la comedia nueva

Se rehúye la expresión culterana y no se abusa de las alusiones bíblicas, mitológicas o literarias para hacerse comprender por un público popular.

 El decoro poético

Se pretende que la lengua se ajuste a la situación y a la condición de los personajes, de modo que estos hablen conforme a su rango social y ello pueda distinguir, por ejemplo, al rey del gracioso. Es la única regla del teatro clásico que Lope respeta:

Si hablare el rey, imite cuanto pueda
la gravedad real, si el viejo hablare,
procure una modestia sentenciosa […] 
El lacayo no trate cosas altas
ni diga los conceptos que hemos visto
en algunas comedias extranjeras.


La variedad métrica (polimetría)

Las comedias barrocas se escribieron en verso, pero no mantuvieron una unidad métrica; por el contrario, Lope planteaba el uso de estrofas diferentes para cada situación, sin hacer distinciones entre la métrica tradicional castellana y las de procedencia italiana. Así lo expresa en el Arte nuevo:

Acomode los versos con prudencia
a los sujetos de que va tratando.
Las décimas son buenas para quejas;
el soneto está bien en los que aguardan;
las relaciones piden los romances,
aunque en octavas lucen por extremo;
son los tercetos para cosas graves,
y para las de amor, las redondillas.

Canciones tradicionales intercaladas

La inclusión de elementos líricos tradicionales o de inspiración tradicional fue uno de los grandes aciertos del teatro del siglo XVII, ya que aportaba un toque popular y una frescura a la trama de las obras, que gozaban de la ventaja añadida de la música. Todo ello ofrecía una pausa en el desarrollo de la acción y servía de deleite a los espectadores, que gustaban mucho de la música y la danza como contrapunto al argumento de la obra.

Obras teatrales de Lope de Vega

Comedias de enredo y costumbres

Ambientadas en un ambiente urbano coetáneo. El asunto principal es el amor.  Están plagadas de celos, intrigas y malentendidos que desembocan en una final feliz. 

Destacan en este grupo: La dama boba; El perro del hortelano; Servir a señor discreto; La moza del cántaro; La villana de Getafe; Las bizarrías de Belisa…

Dramas de honor campesino

Ambientadas en un entorno rural idílico.  Protagonizadas por un  villano, un campesino rico, cristiano viejo, libre y digno, que se enfrenta solo o junto con todo su pueblo al abuso de poder de un noble que ha atentado contra su honor.  En estas obras surge la figura del rey como garante de la justicia apoyando la actuación del villano.

 Destacan: Fuente Ovejuna; Peribáñez y el comendador de Ocaña; El mejor alcalde, el rey; El villano en su rincón…

Dramas trágicos

En estas obras los elementos trágicos están más acentuados. 

Destacan: El caballero de Olmedo y El castigo sin venganza.

       SABER MÁS SOBRE LOPE.....

Siempre que hay que informarse de algo conviene saber qué fuentes son fiables y de dónde podemos sacar información veraz y actualizada. La página web de la Biblioteca Virtual Cervantes nos cuenta casi todo lo que necesitemos saber sobre Lope de Vega, contado por los mejores especialistas.

El genio armonizador : Lope de Vega


Junto a Góngora y Quevedo, una serie de poetas unen los rasgos característicos de la poesía culta del s XVII y armonizan la brillantez culterana y la sutiliza conceptista. Entre ellos destaca Lope Félix de Vega Carpio (1562 -1635).
Su producción lírica es una síntesis de corrientes poéticas: en ella refleja la reedición culta de los cancioneros y las influencias renacentistas de tipo italianizante:


                                    Ir y quedarse, y con quedar partirse,
                             partir sin alma, y ir con alma ajena,
                             oír la dulce voz de una sirena
                             y no poder del árbol desasirse..    Rimas (1602)


Agrupó sus poemas repartidos por todas sus obras dramáticas y narrativas en varios libros: Rimas (1602) Rimas sacras (1614) Romancero espiritual (1610) Triunfos divinos (1625) y Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634)


1.1.    Poesía épica

Compuso dos textos inspirados en la épica italiana del Renacimiento: La hermosura de Angélica (1602) , que parte del Orlando furioso de Ariosto, y Jerusalén conquistada (1609), imitación de la Jerusalén libertada de Tasso. De carácter épico son también La Dragontea (1588), sobre el pirata inglés Francis Drake, y El Isidro (1599) sobre el patrón de Madrid, san Isidro, con el que inaugura una nueva clase de poema hagiográfico, lejos del tono heroico: se ocupa de la santidad de lo cotidiano y lo humilde.


1.2.    Poesía lírica

Como autor lírico recogió sus composiciones en Rimas (1602), Rimas sacras (1614) y Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634). En estos libros Lope nos muestra sus diversas facetas líricas: el poeta vitalista, el petrarquista, el imitador de Góngora, el poeta filosófico, el religioso. Es especialmente interesante su capacidad para verter literariamente sus experiencias cotidianas, para poetizar la circunstancia, preludiando con ello el espíritu del escritor moderno.
Lope se valió de todos los metros, pero destacó particularmente en el uso del romance y del soneto. Sus romances fueron famosísimos. Es, desde luego, uno de los representantes más ilustres del Romancero nuevo o artístico. Fue también un fecundísimo escritor de sonetos, de los que compuso más de un millar. Los sonetos constituyen la base de las Rimas de 1602. Estas Rimas parten de la tradición petrarquista, pero la trascienden por la fuerza vital y emocional que transmiten.
Además de otras composiciones, cien sonetos son también el núcleo de sus Rimas sacras. Este libro muestra la vertiente religiosa de Lope y algunos de sus poemas revelan una profunda espiritualidad, que contrasta con el carácter netamente profano de otras muchas obras suyas. La estructura de las Rimas está cuidadosamente pensada a partir de la idea clásica de variedad, muy adecuada para su finalidad didáctica, según el doble objetivo de enseñar y agradar. Así, el libro es variado tanto estróficamente (sonetos, canciones, romances…) como temáticamente y compositivamente. Esta variedad compositiva se refleja también en la estructura interna de los textos que se ajusta  a modelos artísticos o retóricos de carácter religioso o profano.
Las Rimas de Burguillos y otras composiciones líricas como la Égloga a Amarilis y la Égloga a Claudio, deben interpretarse, junto a otras obras del final de la vida de Lope, como producto de una época de melancolía y decepción, que se transforma en ocasiones en ironía o burla. Debe notarse además que en las Rimas de Burguillos Lope de Vega se desdobla en un personaje, Tomé de Burguillos, ficticio creador de los textos, peculiar individuo, irónico y enamorado, que parece en ocasiones cobrar voz propia. 




Te animo a conocer más cosas de Lope con
  1. Este interactivo sobre Lope de Vega desarrollado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes incluye una biografía del autor, algunas de sus comedias más importantes, audios donde se pueden escuchar algunos de sus sonetos recitados e imágenes que ilustran su vida y el teatro de la época.
  2. En el folleto de la Casa Museo Lope de Vega pueden verse las estancias donde el dramaturgo vivió los últimos 25 años de su vida. El documento aporta datos curiosos sobre las habitaciones y la vida del dramaturgo. 
  3.  Esta divertida biografía animada 
  4. Y por supuesto con El ministerio del Tiempo 

sábado, 25 de noviembre de 2017

455 años de Lope de Vega

Google rindió un homenaje con su garabatear, al dramaturgo y escritor español Lope de Vega quien el día de hoy, cumple su 455 aniversario de nacimiento.
Lope de Vega es uno de los escritores más importantes del Siglo de Oro y, por extensión, de la literatura española. El llamado 'Fénix de los ingenios', 'Ingenio de España', 'Poeta del cielo y de la tierra' y hasta 'Monstruo de la Naturaleza', este último apelativo de Miguel de Cervantes a pesar del gran enfrentamiento que mantuvieron, renovó las fórmulas del teatro español en un momento en el que comenzaba a ser un fenómeno masas. De hecho, tiene tanta relevancia su figura que sus obras siguen representándose en la actualidad y constituyen una de las más altas cotas alcanzadas en la literatura y las artes españolas.


En sus 73 años de vida se le atribuyen alrededor de 3.000 sonetos, tres novelas, cuatro novelas cortas, nueve epopeyas, tres poemas didácticos y casi 2.000 comedias. Sin embargo, fue tan prolífico con la pluma en la mano como extremo en su vida y es imposible entender sus obras sin las mujeres. Fue desterrado de Madrid, participó en dos campañas militares, secuestró a una de sus amadas antes de marcharse, fue padre de numerosos hijos legítimos e ilegítimos, se casó dos veces, engañó a todas y hasta se hizo sacerdote para calmar, sin éxito, sus pasiones y, sobre todo, para garantizarse la vejez

Lope Félix de Vega Carpio nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562. Hijo de una humilde pareja de montañeses cántabros del valle del Pas, vino al mundo poco después de que lo hicieran sus coetáneos CervantesGóngora, Mateo Alemán y Vicente Espinel. Tuvo otros cinco hermanos y aunque comenzó el colegio a los 10 años, fue un niño tan precoz que a los cinco ya sabía leer el castellano y el latín, y ya traducía y escribió comedias como ‘El verdadero amante’ y ‘La pastoral de Jacinto.








Lope de Vega
Lope de Vega SCIAMMARELLA

A los 15 años Lope de Vega ingresó en la Universidad de Alcalá de Henares para hacer el bachillerato, pero con la muerte de su padre, un año más tarde, empezó a dar muestras de su carácter altanero y al margen de las normas establecidas al huir de casa con su amigo Hernando Muñoz. A pesar de sus vaivenes, a lo largo de toda su vida mostró gran curiosidad por aprender cualquier disciplina de la vida y leyó e investigó en diferentes materias hasta sus últimos días.
El primer amor conocido de Lope de Vega fue María de Aragón (‘Marfisa’). Se enamoró de ella en 1580 y se convirtió en padre por primera vez cuando aún tenía 18 años. La niña, sin embargo, murió antes de cumplir los cinco años. Dos años después, en 1582, Lope de Vega se alistó en la expedición del marqués de Santa Cruz a las Azores. De vuelta de esta misión conoció al segundo gran amor de su vida, Elena Osorio (la 'Filis', 'Zaida' y 'Dorotea' de sus textos), que ya estaba casada con el actor Cristóbal Calderón. Lope mantuvo una apasionada relación con ella mientras escribía comedias para el padre, el empresario teatral Jerónimo Velázquez. Sin embargo, cuando Elena Osorio enviudó prefirió a un rico hombre de negocios antes que al dramaturgo, así que Lope, resentido, zanjó su acuerdo con el padre y escribió algunos libelos y versos contra ella y su familia.
En 1587 Lope de Vega fue encarcelado a causa de los escritos contra Elena Osorio, pero en prisión siguió redactando otros nuevos, lo que le valió una sentencia de destierro durante cuatro años y del reino de Castilla durante dos. Fiel a su espíritu mujeriego y conquistador, sin embargo, antes de salir de Madrid, raptó, con su consentimiento, a Isabel de Urbina (su 'Belisa'), con la que se casó en 1588.
A los 25 años Lope de Vega ya era lo que hoy describiríamos como un triunfador: un joven famoso y, probablemente, el mejor poeta dramático de España, a pesar de su destierro en Valencia. Pero de nuevo le tentó allí la aventura y, como si no pudiese o supiese estar quieto, se fue a Lisboa para embarcar como voluntario en la Armada Invencible. A su regreso a Valencia siguió creando las solicitadísimas comedias por aquella época, y también algunos romances. 

En 1589 murió su madre y, aunque jamás apareció en sus obras, ese hecho produjo notables cambios en su vida. Lope de Vega se fue a Toledo y entró al servicio del duque de Alba. Las muertes de su hija Antonia y, poco después, de su esposa Isabel de Urbina, al dar a luz a otra hija, Teodora, lo dejaron solo y triste al acabar el destierro, pero no tardó en volver a las andadas y fue procesado por amancebamiento. También ese año conoció a la actriz Micaela de Luján (que sería 'Lucinda' o 'Camila Lucinda' en sus textos) y conquistó un poco más de fama con el poema El Isidro y la Dragontea, donde narraba las correrías de Francis Drake, 'el Dragón'.

Para sostener este tren de vida y sustentar tantas relaciones e hijos legítimos e ilegítimos, Lope de Vega destacó por su orden y fuerza de voluntad a la hora de trabajar, convirtiéndose en un torrente de escritura, sobre todo en poesía lírica y comedias, impresas estas muchas veces sin su permiso y sin corregir. A los 38 años pudo, por fin, editar parte de su obra sin los errores de otros y se convirtió en el primer escritor profesional de la literatura española al pleitear para lograr derechos de autor sobre quienes imprimían sus comedias sin su permiso y consiguió, al menos, el derecho a la corrección de su propia obra.
En 1598, Felipe II, al borde de la muerte, decretó el cierre de los teatros invocando razones de moralidad. Lope buscó entonces sustento como secretario primero del marqués de Malpica y luego del de Sarriá (protector de Cervantes). Un año más tarde, cuando por fin se levantó la prohibición sobre los teatros, Lope de Vega compuso e hizo representar Bodas entre el alma y el amor divino. Pero siguió erre que erre con su azarosa vida amorosa paralela a la literatura y en esos años vivió con la actriz Micaela de Luján en Sevilla, Granada, Toledo y Madrid, mientras pasaba otras temporadas con su mujer Juana de Guardo.
En enero de 1610 Lope de Vega ingresó en la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento y en septiembre compró la casa de la calle de Francos de Madrid (hoy calle Cervantes), donde vivió hasta su muerte. Unos días después, ingresó en la Orden Tercera de San Francisco, escribiendo sus Cuatro soliloquios. Las muertes sucesivas de sus hijos le apenaban profundamente, pero no pudieron, con su agitado ritmo creador, dando lugar a una época para nada sosegada pero sí artísticamente más notable. En 1614 Lope de Vega se ordenó sacerdote y el 29 de mayo de ese año ofició su primera misa en la Iglesia de San Hermenegildo en Madrid.
Pero la tranquilidad y seguridad que pretendió con los hábitos nunca llegaron y, tal vez acosado por una mujer, Lope huyó de Madrid y volvió a enamorarse, esta vez de Marta de Nevares (la 'Marcia Leonarda' de sus novelas, la 'Amarilis' de sus poesías y cartas), aunque también mantuvo relaciones con la actriz Lucía Salcedo, apodada 'la Loca'. Marta de Nevares, que estaba casada con un comerciante se convirtió en el último gran amor de su vida y comenzó un momento pletórico de creación literaria y éxito de crítica con El verdadero amanteLo fingido verdaderoEl caballero de OlmedoLa FilomenaEl mejor alcalde, el rey y hasta se representó ante la reina El vencido, vencedor.

Pero la vida para Lope de Vega siguió consistiendo en golpes en lo personal, que también empezaron a afectar a lo profesional: Marta de Nevares quedó ciega y sólo el ingreso en las Trinitarias descalzas de su hija Marcela lo alivió un poco. Algunas comedias fueron un fracaso y anunció que se retiraba del teatro. A pesar de todo, siempre dejó clara la rapidez con que escribía y que volvió a demostrar en 1631 con la representación de su obra La noche de San Juan, escrita tan solo en tres días y poco después El castigo sin venganza.


El 24 de agosto de 1635 Lope de Vega sufrió un desmayo. Al día siguiente, ya enfermo, aún pudo escribir un poema y un soneto, pero el médico de cámara de Su Majestad ya recomendó que le dieran el Santísimo Sacramento. El 26 de agosto hizo testamento y se despidió de sus amigos. El día 27, a las cinco y cuarto de la tarde, murió.En 1632 murió Marta de Nevares, el último gran amor en su vida, y es entonces cuando apareció la que muchos consideran su obra maestra, La Dorotea, donde cuenta sus amores juveniles con Elena Osorio para establecer el vínculo con la última pasión de su vida, su amor con 'Amarillis'. Dos años después escribió la que es seguramente su comedia final, Las bizarrías de Belisa.

Las honras fúnebres duraron nueve días y por petición de su hija sor Marcela, el cortejo pasó frente al Convento de las Trinitarias Descalzas, para depositar finalmente sus restos en la Iglesia de San Sebastián, en la calle de Atocha. Unos años después, los restos pasaron a una fosa común por falta de pago. 

Su producción literaria fue tan sobresaliente que incluso después de su muerte se siguieron publicando sus textos. El más destacado apareció en 1637, La Vega del Parnaso, donde se recogen los dos últimos poemas que escribió el 'Fénix de los Ingenios'.

Si pinchas AQUÍ podrás visitar su Casa Museo.Si quieres saber más su obra entra AQUÍ.