El año en el que se ha despedido de la Letras con un poema-río de carácter testamentario,
«Entreguerras», José Manuel Caballero Bonald, acaba de ser galardonado con el máximo galardón de las Letras de habla hispana: el Premio Cervantes
A través de
casi tres mil versículos dispuestos en un prefacio y catorce capítulos,
explora la huella de sus emociones vitales, como una lenta evocación
del origen que nos devolviera de nuevo en brazos de la madre tierra:
"Tengo miedo ahora mismo madre miedo de llegar de no poder llegar /
tengo miedo de lo acumulativo y lo disperso de no callar de estar
callado / de la memoria de la desmemoria de lo inminente de lo alejadizo
/ de regresar ya anciano hasta tu vientre madre / de perderme en las
equidistancias de todos los pretéritos / y oír allí definitivamente la
voz universal que alienta en lo más íntimo / la común propiedad en que
confluye la voz de cada uno madre"..
José Manuel Caballero Bonald nace el 11 de noviembre de 1926 en Jerez de la Frontera (Cádiz),
en la calle Caballeros, en el lugar donde actualmente se ubica su
Fundación. Hijo de Plácido Caballero, cubano de madre criolla y padre
santanderino, y de Julia Bonald, perteneciente a una rama de la familia
del vizconde de Bonald, filósofo tradicionalista francés, radicada en
Andalucía desde mediados del S.XIX.
Cursó primera enseñanza y bachillerato en el Colegio de los
Marianistas de Jerez. Cuando se sucede la tragedia de la Guerra Civil,
Caballero Bonald pasa temporadas en la Sierra de Cádiz y en Sanlúcar de
Barrameda. Sus primeras lecturas memorables son Jack London, Emilio Salgari, Robert Stevenson, José de Espronceda. Entre 1944-1948, Caballero Bonald realiza estudios de Náutica en Cádiz. Escribe sus primeros poemas.
Entre 1949-1952, estudia Filosofía y Letras en Sevilla. Entabla relación con el grupo cordobés de la revista «Cántico».
Obtiene el Premio de Poesía Platero por su poema Mendigo (1950). Y
llega a Madrid.
En la capital de España prosigue sus estudios de Letras y
trabaja en la I Bienal Hispanoamericana de Arte. Aparece su primer libro
de poesía, «Las adivinaciones», accésit del premio Adonais. Años después se publican los poemarios «Memorias de poco tiempo» (1954) y «Anteo»
(1956). Ejerce como secretario y luego subdirector de la revista
Papeles de Son Armadans. Actividades clandestinas a través de su
vinculación con Dionisio Ridruejo. Vive en París durante seis meses. En
1959 publica «Las horas muertas»
Caballero Bonald entabla relación con los poetas que más
tarde integrarían el grupo del 50 (Ángel González, Carlos Bousoño, José
Agustín Goytisolo...) En febrero de 1959 asiste en Collioure (Francia)
al XX aniversario de la muerte de Antonio Machado, con Blas de Otero, Goytisolo, González, Valente, Jaime Gil de Biedma, Alfonso Costafreda, Carlos Barral...
Caballero Bonald se traslada Bogotá, donde
enseña Literatura Española y Humanidades en la Universidad Nacional de
Colombia. Entabla relación con el grupo colombiano de la revista «Mito» que le edita en 1961 «El papel del coro», una antología poética. Viaja por diversos países de Hispanoamérica. «Bogotá es una de mis patrias predilectas -recuerda
el poeta-. Tengo varias patrias, unas más duraderas que otras, y Bogotá
está entre estas últimas. Allí profesé tres años en la Universidad
Nacional, allí tuve mi primer hijo, escribí mi primera novela, navegué
por su gran río, me perdí por la selva, tuve amigos fraternos, etc. Nada
de eso se puede olvidar. Son unos vínculos muy principales de mi
historia personal y de mi literatura».
En 1962 publica su primera novela, «Dos días de setiembre», que recibe el premio «Biblioteca Breve»
de la editorial Seix Barral. La crítica de sus paisanos es feroz contra
Caballero. Le acusan de «antijerezano»: «Bueno, sí, algo me dolió,
sobre todo porque mis paisanos no supieron entender que también se
critica lo que se ama».
Entre 1963-64, Caballero Bonald regresa a España, y se
ocupa de diversos trabajos editoriales. Es detenido y multado por
motivos políticos. Publica el poemario «Pliegos de cordel», y el libro
de viajes «Cádiz, Jerez y los Puertos».
Entre 1969-1970 se publica su volumen de poesía completa, con el título de «Vivir para contarlo», y el Archivo del cante flamenco, álbum de seis discos y estudio preliminar, que obtiene el Premio Nacional del Disco.
Viaja por diversos países europeos. Su libro «Dos días de setiembre»,
que ya había sido traducido al francés y al checo, es editado también en
rumano.
Entre 1971 y 1972 Caballero Bonald comienza a trabajar en el Seminario de Lexicografía de la Real Academia Española,
donde permanecerá hasta 1975.
Publica su segunda novela «Ágata ojo de gato» (1974), que es distinguida con el Premio Barral (al que Caballero Bonald renuncia)
y con el de la Crítica. Enseña Literatura Española Contemporánea en el
Centro de Estudios Hispánicos del Bryn Mawr College, desde 1974 a 1978.
En 1975 publica el ensayo «Luces y sombras del flamenco».
En 1977 publica «Descrédito del héroe», con el que obtiene nuevamente el Premio de la Crítica. En 1980 edita Breviario del vino, y un año después la novela «Toda la noche oyeron pasar pájaros»,
que recibe el Premio Ateneo de Sevilla. En 1982 se hace cargo de la
edición de una antología poética de Góngora. Entre 1983-1984 aparece su
antología poética «Selección natural» y su libro «Laberinto de Fortuna».
Con estancias intermitentes en Estados Unidos, publica «Los personajes de Fajardo» (1986) .
Obtiene el Premio poético Ibn-al-Jatib, y en 1988 el Plaza & Janés con su libro «En la casa del padre». Mientras Jerez le dedica un Instituto de Bachillerato que lleva su nombre, publica la antología poética «Doble vida» (1989) y los libros «Andalucía» (1989) y «Sevilla en tiempos de Cervantes» (1992). En 1993 novela «Campo de Agramante».
Recibe el Premio Andalucía de las Letras.
Es nombrado miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la
Lengua Española. En 1995 hace recuento de su vida y publica «Tiempo de
guerras perdidas», primer tomo de sus memorias, y la
antología poética «El imposible oficio de escribir».
Tras el poemario «Diario de Argónida», entre 1998-2000 vio la luz la antología poética «Poesía amatoria» y la selección de textos «Copias del natural».
Hijo Predilecto de la provincia de Cádiz, recibió asimismo la medalla
de oro del Círculo de Bellas Artes (Madrid) y el Premio Julián Besteiro
de las Artes y Letras.
Nombrado Hijo Predilecto de Jerez, en 2001 publica el segundo
volumen de sus memorias, con el título de «La costumbre de vivir».
Y un año después, el libro de prosas «Mar adentro» y el estudio José de
Espronceda. En 2003 escribe los guiones de los 250 capítulos de la
serie documental «Andalucía de Cine», dirigida por Manuel Gutiérrez
Aragón y producida por Juan Lebrón, para la Radio Televisión Andaluza.
En 2004 edita su obra poética completa, con el título «Somos el tiempo que nos queda», en la editorial Seix Barral. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Publica la antología poética «Años y libros» (selección elaborada por
el propio autor y por Josefa Ramis Cabot, e introducida por Luis García
Jambrina) y el libro de poemas «Manual de infractores», distinguido con el premio Internacional Terenci Moix al mejor libro del año.
Lloviendo premios
Por su «libertad interior y la decencia de su mensaje, por su carga ética, extensa e intensa obra» se le concedió el premio Gabarrón de las Letras. Y suma y sigue Caballero: Premio Nacional de las Letras, y Nacional de Poesía. Hace cinco años publicó en Seix Barral su poesía completa: «Somos el tiempo que nos queda» (1952-2005) y en Galaxia Gutenberg una antología con el título de Summa Vitae prologada por Jenaro Talens.
La editorial Visor publica Poesía amatoria. Nueva edición aumentada (1952-2005). Con un espléndido estudio introductorio de Joaquín Pérez Azaústre, aparece una nueva edición de «Descrédito del héroe» en la Editorial Bartleby. En 2008 Vitruvio publica una selección de sus poemas realizada por Pablo Méndez: Casa junto al mar.
En 2009, una nueva entrega de su poesía se publica en Seix Barral con
el título «La noche no tiene paredes». Es reconocido con el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca- Ciudad de Granada.
Caballero Bonald le dedicó a Miguel de Cervantes un hermoso ensayo sobre Sevilla y ahora Cervantes le dedica un premio que quizá le llegue con demasiado retraso sobre el turno previsto.