¿No os habéis preguntado nunca... por qué los libros huelen bien?
El olor de los libros se da por varios factores, entre ellos la tinta y 
el papel, éste último está conformado por una cantidad de lignina,
 el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal y prácticamente idéntica a la 
vainilla. La función de 
la lignina es darle firmeza a la madera de los troncos para que los 
árboles permanezcan erguidos y pasen de los dos metros de alto y los 
microorganismos y enzimas no los devoren. Al ser un endurecedor, y al 
papel venir de los árboles, tiene cierto nivel de lignina, lo que lo 
hace tener cierta resistencia y dureza.
Una
 de las cosas que le sucede a la lignina con el paso del tiempo es que 
se oxida, por lo cual hace que el papel quede “amarillo”, por eso los 
libros viejos tienen hojas de este color. Otra de las cosas que pasa 
cuando se oxida la lignina es que comienza a desprender más olor, y aquí
 viene la explicación de por qué nuestros  libros tienen ese aroma a vainilla que 
nos encanta a algunos: “El olor es resultado de cientos de compuestos 
orgánicos volátiles y semivolátiles resultado de la red de rutas 
bioquímicas de degradación del papel y depende tanto de la composición 
original del papel como del entorno en el que ha envejecido” .  
Ahora ya sabes porque el olor a libros nuevos es tan maravilloso y nos 
gusta tanto entrar a las librerías o a las bibliotecas y quedarnos solo 
por el olor. 
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