El poema de esta semana viene de nuestro compañero del Departamento de Lengua José Enrique Guerra, al que vamos a conocer como autor poético. Durante unos años ha sido miembro del Colectivo Surcos de Poesía de Sevilla con el que ha participado en recitales y libro colectivos, a la vez que ha organizado actividades poéticas de todo tipo (incluido un certamen que mientras estuvo vigente adquirió cierta relevancia).
LA PRIMA
Es curioso cómo funciona la memoria.
Llevo años en el suelo
y ahora me acuerdo de cómo me caí.
Ahora tiene sentido.
Ya sé de quién es esa voz
que me llama,
que me anima
y que me consuela.
Cuando era niño,
corría alrededor de la casa de mi tía.
Era verano y el sol golpeaba la casa.
Pero ¿cómo pude olvidarme de esa casa?
Una niña atlética y hábil,
como sólo puede serlo alguien de diez años,
me adelantó.
Por supuesto que me adelantó,
yo siempre llego tarde a los sitios.
Pero de repente tropezó y cayó de bruces al suelo.
Yo, sin tiempo para reaccionar,
también caí.
Hoy estoy ya tranquilo.
Aquella dulce y decidida niña se levantó.
Es ya una mujer que me saca muchas vueltas de ventaja.
Y ella me llama, me anima y me consuela
cada vez que pasa por mi lado.
Y es que no me he levantado.
O ¿estoy aquí por otra caída?
No me acuerdo bien.
Mi problema es que disfruto demasiado en el suelo
y tengo miedo de levantarme
y no saber qué hacer después.
Por favor, no me dejes detrás que me da miedo.
No pares de llamarme, de animarme, de consolarme.
Por favor, no te olvides de mí...
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