El próximo jueves 21 se celebra el Día Mundial de la Poesía. Desde la cumbre de París de 1999 la UNESCO promueve la celebración de este día como una oportunidad para fomentar el género, lejos de considerarse un arte de otras épocas, y como una oportunidad para reconocer en el lenguaje poético un vehículo de comunicación artística de las diferentes comunidades.
Para conmemorar este día nuestros alumnos de 1º ESO E nos proponen la lectura de varios poemas, elegidos de la antología La rosa de los vientos que han leído durante este trimestre.
Empezamos por la definición de Poesía según Gustavo Adolfo Bécquer
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Que es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Continuamos con un original poema para enseñar poesía. Lope de Vega nos cuenta cómo se escribe un soneto, en definitiva un poema de 14 versos compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. Un poema que tiene casi cuatrocientos años.
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante
.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
¡Mañana de primavera!
Vi no ella a besarme, cuando
una alondra mañanera
subió del surco, cantando:
«¡Mañana de primavera!»
Le hable de una mariposa
blanca que vi en el sendero;
y ella, dándome una rosa,
me dijo: «¡Cuánto te quiero!
¡No sabes lo que te quiero!»
Vi no ella a besarme, cuando
una alondra mañanera
subió del surco, cantando:
«¡Mañana de primavera!»
Le hable de una mariposa
blanca que vi en el sendero;
y ella, dándome una rosa,
me dijo: «¡Cuánto te quiero!
¡No sabes lo que te quiero!»
¡Guardaba en sus labios rojos
tantos besos para mi!
Yo le besaba los ojos...
«¡Mis ojos son para ti;
tu, para mis labios rojos!»
El cielo de primavera
era azul de paz y olvido...
Una alondra mañanera
canto en el huerto aún dormido.
Luz y cristal su voz era
en el surco removido...
¡Mañana de primavera!
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