Este poeta
andaluz de nacimiento, castellano de vocación y corazón, que nos habló
con aparente sencillez de los grandes temas de la vida humana. Dios, el amor, la tristeza, la soledad, el tiempo, la añoranza... La vida. El camino. Ese camino que él cantó como nadie, dejó un gran legado dentro del Modernismo español y formó parte de la Generación del 98.
Él mismo fue su mejor retratista, en su famosísimo "Retrato",
poema que cantó, como tantos otros de los suyos Joan Manuel Serrat. Así era como Machado se veía a sí mismo:
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
¿Qué
nos dice de él mismo Machado en este poema? ¿Qué acontecimientos de su
biografía recoge? ¿Qué queréis que quiere decir con "algunos casos que
recordar no quiero"?
¿Cómo
se describe a sí mismo? ¿Qué detalle de su aspecto menciona? ¿Qué le
gusta? ¿Qué "desdeña" -es decir, rechaza-?¿Qué creéis que quiere decir
"distinguir las voces de los ecos"?
¿Cómo -y por qué- le gustaría que fuera recordada su poesía?
¿Con
quién dice que habla constantemente? ¿Por qué? ¿Se siente en deuda con
alguien? ¿Por qué? ¿Cómo imagina a sí mismo cuando muera? ¿Qué metáfora
utiliza para la muerte?
Desde muy joven mostró un carácter tendente a la tristeza (él mismo dirá algún día, "juventud nunca vivida, quién te volviera a soñar"), algo que se plasma, por supuesto, en su poesía y sobre lo que él mismo reflexionó en algún poema, como este y que comienza también con uno de los grandes símbolos machadianos, la tarde, como reflejo e imagen de su estado de ánimo:
Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo:
—Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.
***
Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
¿Cuál es el origen de su tristeza según Machado? ¿A qué se debe? ¿Qué imágenes emplea para describirla?¿Con qué se compara a sí mismo? ¿Por qué? ¿Cómo se describe en la última estrofa? ¿Qué crees que quiere decir con ello?¿Cuál de las imágenes o versos de este poema te parecen más expresivos, o que reflejan mejor su estado de ánimo?
Su vida cambió con su traslado a Soria, pero no solo por ese descubrimiento del paisaje castellano "que le llegó al alma" o que tal vez "estaba ya en el fondo de ella", sino también porque allí conoció a Leonor,
se enamoró, se casó... Fue feliz, y así, él diría después: que el
recuerdo de esos años eran para él la imagen de lo que entendía por
felicidad.
Aquí tenéis un fragmento de un documental que evoca ese momento importantísimo de la vida de Machado:
Pero sí, la muerte llegó, traicionera, y condenó a Machado a que el resto de su vida fuera un recordar y añorar con tristeza los breves años que pasó junto a su amor. En Campos de Castilla hay un grupo de poemas en que se refleja su dolor por este trágico acontecimiento, que ocurrió un 1 de agosto, un año después de que le diagnosticaran al enfermedad. De hecho, en uno nos lo cuenta:
Una noche de verano
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!
Un año después ,Machado le escribirá a Unamuno en una carta:
"La
muerte de mi mujer dejó mi espíritu desgarrado. Mi mujer era una
criatura angelical segada por la muerte cruelmente. Yo tenía adoración
por ella; pero sobre el amor, está la piedad. Yo hubiera preferido mil
veces morirme a verla morir, hubiera dado mil vidas por la suya. No creo
que haya nada extraordinario en este sentimiento mío. Algo inmortal hay
en nosotros que quisiera morir con lo que muere.
(...)
El golpe fue terrible y no creo haberme repuesto. Mientras luché a su
lado contra lo irremediable me sostenía mi conciencia de sufrir mucho
más que ella, pues ella, al fin, no pensó nunca en morirse y su
enfermedad no era dolorosa. En fin, hoy vive en mí más que nunca y
algunas veces creo firmemente que la he de recobrar. Paciencia y
humildad."
En el siguiente vídeo podéis ver las únicas imágenes grabadas que se conservan de él y su última foto, hecha poco antes de morir, camino al exilio al que le obligó la guerra entre las dos Españas que él había descrito y que había predicho que "iban a helarnos el corazón".
Como él había anunciado en su retrato, iba "ligero de equipaje", pero la poesía estuvo en él y con él hasta el último momento. En el abrigo que llevaba puesto, se encontró un papel con sus últimos versos:
Como él había anunciado en su retrato, iba "ligero de equipaje", pero la poesía estuvo en él y con él hasta el último momento. En el abrigo que llevaba puesto, se encontró un papel con sus últimos versos:
"Estos días azules
y este sol de la infancia..."
Su tumba se ha convertido en lugar de peregrinación para
todos aquellos que aman la poesía y que han encontrado, en alguno de
los versos o las palabras de Machado, un poco de lo que ellos mismos
llevan dentro, en sus propias "galerías del alma". Al lado de su tumba,
el Ayuntamiento del pueblecito francés donde está enterrado, en una
tumba tan humilde y cercana como era él, ha puesto un buzón, para que
todos aquellos, que son tantos, le dejen sus cartas. Un lugar muy
pequeño, pero lleno de los más grandes sentimientos y la más grande
poesía.
Si alguna vez pasáis por Collioure, acercaos a hacerle una visita. Se lo merece.
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