Llega la hora de leer sin reloj
En verano somos más indulgentes, menos atentos. Es la hora de leer sin reloj
Las lecturas de verano son diferentes de las lecturas de invierno, como
las de día lo son de las que hacemos por la noche. Algo en el aire y la
luz que nos rodea afecta al texto y su comprehensión, y todo lector sabe
que no es lo mismo leer una novela que nos deleita tendido en el pasto,
al sol, que leerla acurrucado bajo una manta en la penumbra de un
cuarto invernal. En verano, la relación con un libro se hace íntima,
táctil, cariñosa ....leer
No hay comentarios:
Publicar un comentario