"Nuestro cerebro, para que goce de una buena salud, necesita que lo
mantengamos activo, que lo ejercitemos. Sin embargo, y a pesar de que es
uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, no siempre
dedicamos el tiempo suficiente a cuidarlo", señala el doctor Guillermo
García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias
de la SEN.
En este sentido, añade, "fomentar la lectura es una de las
actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado
que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones
neuronales", además, en los últimos años, han sido muchos los estudios
que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la
reserva cognitiva.
Diversos estudios demuestran que un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta, ya que mientras se lee, se obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar la capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.
"La lectura también genera temas de conversación, lo que facilita
la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para
mantener nuestro cerebro ejercitado", destacan desde la SEN, que
recuerda que fomentar la lectura también tiene otras ventajas para
nuestra salud, como reducir el nivel de estrés o, antes de acostarse,
desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño.
Aunque la lectura es buena a cualquier edad, niños y personas
mayores son los dos grupos poblacionales en los que, destacan, se debe
insistir más en el fomento de la lectura. En los niños, porque es el
mejor momento para inculcarles este hábito y, además, su cerebro y sus
funcionalidades están todavía desarrollándose; y en los mayores, para
que puedan seguir manteniendo su cerebro activo a pesar de que su
actividad sea más reducida, la lectura diaria es un estímulo más para su
cerebro.(
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