domingo, 19 de enero de 2020

El poema de la semana ( XIV )

La poesía es una de las  formas  más intensas de usar el lenguaje y los poemas  nos sirven para enamorar, para despistar a la soledad, para dibujar un instante, para hundirnos en nuestro interior, para  decir  un "adiós"
En esta tarde de domingo, de un  color gris plomizo os dejo el poema  Despedida de Jorge Teillier (1935-1996). 

Poeta chileno, parte del movimiento de la poesía lárica, poesía con tonos relacionados con la vida del campo.

En sus ensayos sobre poesía reflexionó que: “Yo escribía lo que me dictaba mi verdadero yo, el que trato de alcanzar en esta lucha entre mí mismo y mi poesía, reflejada también en mi vida. Porque no importa ser buen o mal poeta, escribir buenos o malos versos, sino transformarse en poeta, superar la avería de lo cotidiano, luchar contra el universo que se deshace, no aceptar los valores que no sean poéticos, seguir escuchando el ruiseñor de Keats, que da alegría para siempre. De qué le vale escribir versos a tanto personaje resentido y sin puerta de escape que vemos deambular por el mundo literario”.

Despedida
                      ...el caso no ofrece
                     ningún adorno para la diadema de las Musas.
                              Ezra Pound


"Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.

Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.

Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.

Me despido de las Virtudes y de las Gracias del planeta:
Los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.

Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino,
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.

Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.

Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
-la sal y el agua
de mis días sin objeto-

y me despido de estos poemas:
palabras, palabras -un poco de aire
movido por los labios- palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar".

Con motivo del aniversario de la muerte del escritor , Ediciones Sin Fin publicaba un libro joya que unía dos de sus más destacadas obras, “Poemas del País de Nunca Jamás” y “Para un pueblo fantasma”. 

El voyeur de Radio 3 Extra convierte en imagen y sonido uno de sus más bellos poemas.

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