viernes, 29 de septiembre de 2017

El Día Europeo del Deporte Escolar y la Literatura

Hoy 29 de septiembre se celebra el Día Europeo del Deporte Escolar (European School Sport Day, ESSD en sus siglas en inglés), concebido como un día escolar dedicado a divertirse y jugar juntos para promover la actividad física y la salud para todos.

Para celebrar  esta jornada os recomiendo  unas cuantas obras literarias infantiles y juveniles que tienen relación con el deporte. Porque, aunque parezca que la lectura es una actividad sedentaria, desde los tiempos de Juvenal ya se recomendaba una mens sana in corpore sano.


Asimismo, el deporte enseña a convivir porque habla del respeto, la justicia y la solidaridad.

El deporte en la ficción transmite valores como el compañerismo, el esfuerzo y la superación personal. Puede ser una forma de encontrar el propio lugar en el mundo y de tramar la rebeldía personal, como le ocurre al protagonista de La soledad del corredor de fondo, que encuentra en la derrota su forma de protesta:“Me quedaré aquí esperando a que el de Gunthorpe o el de Aylesham pateen esta hierba y corran slap-slap hasta aquel trozo de tela extendido por encima de la cinta de llegada”.
Alienta el espíritu heroico: “no recuerdo muy bien dónde me puso la rodilla, me propinó un leve empellón y yo salí por los aires dando volteretas, como proyectado por una ballesta», recordaba Miguel Delibes;  y la pasión del aficionado en las gradas: “yo fui hincha antes que aficionado. Anteponía al espectáculo el triunfo de mi equipo, el Real Valladolid Deportivo”, confesaba el autor de Cinco horas con Mario.



Son muchos los autores que escogen el fútbol como protagonista de sus historias para reflexionar sobre cuestiones lingüísticas. Roberto Bolaño en su relato Buba, Delibes en Un deporte de caballeros, Eduardo Galeano en El fútbol a sol y sombra, Ryszard Kapuscinski en La guerra del fútbol y otros relatos, Kenzaburo Oé en El grito silencioso o Gregorio Salvador, en El fútbol y la vida.
La épica del boxeo y su sordidez son también fuente de inspiración para muchos autores.  Cortázar dedicó varias obras a gestas en el ring y a púgiles que admiró, como El noble arte,  Torito. También el boxeo fue el deporte elegido por Ignacio Aldecoa (Young Sánchez, “que salía al ring con todo prestado: las zapatillas, los calzones y la camiseta; con una toalla amarilla, que era lo único suyo, por los hombros”) y Francisco Ayala (El boxeador y un ángel).

También le gustan los deportes sobre ruedas a la literatura: Ciclismo en 
Grignan, de Cortázar, bordea otros parajes igualmente interesantes y Miguel Delibes dedica unas páginas al ciclismo y al motociclismo en La vida sobre ruedas.
El deporte de cada día: historias en las que los personajes practican deporte en el día a día.

En el siguiente enlace la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en colaboración con el Consejo Superior de Deportes, ofrecen una larga lista de títulos de ficción e información para niños y jóvenes organizada en siete grupos:
  • A la carrera: historias de huidas o carreras de todo tipo.
  • El deporte al natural: la naturaleza como telón de fondo de la práctica deportiva.
  • Ronda de individuales: deportistas solitarios.
  • Todos a una: el deporte en equipo.
  • Bajo la antorcha: historias de los Juegos Olímpicos.
  • Deporte paso a paso: para conocer el funcionamiento de cada disciplina.
Y no faltan tampoco las recomendaciones “senior”, el cómic, las películas y una completa bibliografía con teoría del deporte y la educación física.


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