martes, 15 de julio de 2014

Llega la hora de leer sin reloj

En verano somos más indulgentes, menos atentos. Es la hora de leer sin reloj

Las lecturas de verano son diferentes de las lecturas de invierno, como las de día lo son de las que hacemos por la noche. Algo en el aire y la luz que nos rodea afecta al texto y su comprehensión, y todo lector sabe que no es lo mismo leer una novela que nos deleita tendido en el pasto, al sol, que leerla acurrucado bajo una manta en la penumbra de un cuarto invernal. En verano, la relación con un libro se hace íntima, táctil, cariñosa ....leer

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