La producción lírica de Gustavo Adolfo Bécquer representa una proporción escasa respecto de su obra en prosa; sin embargo, su poesía ha marcado la trayectoria de la lírica moderna.
Si bien es cierto que su poesía expresa sentimientos y reflexiones producidas por la experiencia vital, los textos de Bécquer no surgen como un proceso de catarsis, no tienen carácter autobiográfico. El sentimiento descrito no coincide con el momento de elaboración del poema. El autor se encargó de hacer explícito este punto en su Carta II:
Por lo que mí me toca, puedo asegurarte que cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresiones que han dejado en él su huella al pasar; estas, ligeras y ardientes, hijas de la sensación, duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria, hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu los evoca, y tienden sus alas transparentes que bullen con su zumbido extraño, y cruzan otra vez a mis ojos como en una visión luminosa y magnífica.
Las Rimas son setenta y nueva poemas breves, de los cuales solo quince se publicaron en vida del autor. Bécquer preparó un manuscrito de las Rimas para el ministro González Bravo, quien se había comprometido a publicarlas, pero ese original desapareció durante los tumultos acaecidos en 1868. Posteriormente, el autor reprodujo los textos de memoria, sin un orden determinado, en un volumen que tituló Libro de los gorriones, bajo el epígrafe «Poesías que recuerdo del libro perdido».
Tras la muerte del poeta, sus amigos Casado del Alisal, Nombela, Campillo, Rodríguez Correa y Augusto Ferrán prepararon una edición de las Rimas, publicada en 1871, en la que los poemas aparecían ordenados en cuatro grupos:
Rimas I a XI: la poesía y lo inefable
El tema de estos poemas es la reflexión sobre la creación poética y sus motivos básicos: el amor, el misterio, etc. La poesía se capta en el mundo exterior: en la naturaleza, en la mujer. La poesía es revivir la emoción inesperada, sobre todo, por la mujer que enamora al poeta. Pero no es sencillo encontrar la expresión precisa para transmitir ideas y sentimientos.
Rimas IX a XXIX: anhelo del amor idealizado: alegría y esperanza
El principal tema es un amor ilusionado y apasionado que aparece junto al de la belleza femenina. Al principio la mujer amada parece intangible, delicada y angelical, produce tan hermosos sentimientos que no es alcanzable porque no es real. No hay más contacto que el de las miradas y los suspiros.
Rima XXX a LI: amor desengañado
El amor sigue siendo el tema fundamental, pero en estas rimas se presenta un amor desengañado, poetizado con melancolía y en ocasiones con ira. Cuando se alcanza el goce con una mujer real, llega demasiado pronto la ruptura, abandono y desengaño por una amante.
Rimas LII en adelante: angustia de la soledad, desesperanza del olvido, la muerte.
Están presentes otros temas románticos como la angustia, la desesperanza, el dolor de la existencia, el olvido, la soledad y la muerte. Cuando el artista presiente la muerte, se suele aferrar a la vida por medio del amor; pero, como el amor ya no existe, sublima el dolor amoroso en la poesía para conferir sentido a la vida. Cuando el recuerdo amoroso es dolor —el dolor amargo del amor ausente— y se hace irresistible, en el Romanticismo, solo cabe la muerte para liberarse.
En 1914 se dio a conocer el manuscrito del Libro de los gorriones (preparado por el autor en 1868), que cuestionaba el ordenamiento de la edición de 1871 e incluía tres rimas más (77 a 79). En las ediciones posteriores de las Rimas, los poemas llevan un número romano (el de la edición de 1871) y otro arábigo (el del Libro de los gorriones).
Temas poéticos
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados en muchos casos con el ordenamiento que sus amigos realizaron de las Rimas.
Poesía y creación poética
Para Bécquer, la poesía existe en la vida misma, es inherente al mundo que nos rodea. El poeta trata de captarla y transmitirla por medio del poema.
La poesía es sentimiento que, en Bécquer, se identifica con los femenino. Ese sujeto femenino significa a veces lo ideal, aquello que se busca, pero no se puede lograr. La sensibilidad que Bécquer considera propia de la mujer puede también manifestarse en el poeta, que tratará de plasmarla en sus versos.
El lenguaje es insuficiente para transmitir esa poesía: hay que seleccionar y elaborar. Construir un poema significa un arduo trabajo sobre la lengua. En la Rima 42 (III) Bécquer expresa la lucha entre la inspiración y razón.
Amor, desengaño amoroso y decepción
El amor, relacionado con la poesía, la naturaleza y Dios, es el tema central de las Rimas; es un ideal inalcanzable, y la amada, un ser inaccesible, «intangible».
Si bien algunos poemas manifiestan un sentimiento optimista, la mayoría transmite el fracaso de la experiencia amorosa, el «desengaño». La decepción se manifiesta, unas veces, con ironía, crueldad y sarcasmo, y otras, con la angustia más profunda y la desesperación sin límites del yo poético.
Soledad y muerte
La soledad es un sentimiento consustancial al yo lírico romántico, para el que la naturaleza, aun en su aspecto más agresivo, puede constituir un refugio. El individuo se siente solo en la inmensidad del mundo y no encuentra respuestas para los interrogantes vitales (¿De dónde vengo?; ¿Adónde voy?). La soledad se intensifica frente al enigma de la muerte y queda simbolizada en la tumba abandonada, que ya todos ignoran.
El sueño y la naturaleza
La realidad se percibe como una integración de lo racional y lo soñado; existe una fusión entre mundo y sueño. Los sueños permiten la expresión del espíritu y la fantasía, en ellos se presentan zonas y seres misteriosos, desconocidos, de un mundo de visiones que enriquece la percepción del universo.
Aunque la naturaleza es a veces un marco impasible e indiferente, en muchas de las poesías de Bécquer es expresión de los sentimientos del yo lírico, quien busca la integración en el mundo natural. En general se presenta en constante movimiento, y las imágenes relacionadas con la luz y el aire adquieren especial importancia.
El estilo de Bécquer
En la poesía de Bécquer se percibe una cuidada elaboración y la búsqueda en sucesivas correcciones de formas adecuadas.
Formas dialogadas
Una gran parte de las rimas está estructura desde la presencia explícita o implícita del emisor (yo) que apela al receptor (tú). Sin embargo, en la mayoría de los poemas, el diálogo no se produce porque el tú suele hallarse ausente del contexto de la comunicación.
Entre los sujetos amorosos puede haber unión, aspiraciones de fusión o bien disyunción, que señala la imposibilidad del amor.
La relación entre el tú y el yo puede alcanzar, en la Rimas, un plano simbólico, en el que el tú/mujer se identifica con la poesía, el yo/hombre, con el poeta.
Bimembraciones y paralelismos
El ritmo, tan importante en la poesía de Bécquer, suele evidenciarse en la presencia de bimembraciones, establecidas con distintas clases de palabras (adjetivos, verbos, sustantivos: huérfano y pobre; riza y empuja; luz y oro) o sintagmas (soy incorpórea, soy intangible). Estas bimembraciones, frecuentemente antitéticas (lágrimas y risas), se unen al paralelismo. En ocasiones, ambos recursos se convierten en la estructura misma del poema, que se organiza en conjuntos dominados por la antítesis.
Métrica
En la poesía de Bécquer predominan la asonancia y la mezcla de versos endecasílabos y heptasílabos, aunque también cultiva formas tradicionales. A veces utiliza la estrofa de pie quebrado o combina versos de desigual número de sílabas.
La distribución de los acentos en el verso y los paralelismos y las anáforas como elementos ordenadores del poema son los elementos fundamentales del ritmo poético becqueriano. El abundante uso del encabalgamiento acercan su verso a la prosa y le confiere mayor naturalidad.
Ocho Rimas de Bécquer LIM de Manuel Guerrero
Para practicar RIMA LIII
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