BERTA GARCÍA FAET (Valencia, España, 1988). Autora de los
libros Los salmos fosforitos (2017), Premio Nacional de Poesía Joven
“Miguel Hernández” 2018.Según el jurado: Se trata de una obra «que lleva a
nuevos límites la poesía, combinando la inteligencia, el humor, la emoción y el
chispazo lírico».; La edad de merecer (2015) y otros cuatro poemarios:
Fresa y herida, Introducción a todo, Night club para alumnas aplicadas Manojo
de abominaciones reunidos en Corazón tradicionalista: Poesía 2008-2011
(2017).
¿Qué encontramos en la poesía de Berta?
CORTEJO Y SUFRIMIENTO
La belleza es ese misterio hermoso
que no descifran ni la psicología ni la retórica. JORGE LUÍS BORGES
Anoche
agonizaste, expiraste
al
depilarte las ingles. Torquemada en el bidet.
Calma,
hay talco. Luego vinieron las cejas,
las
axilas. También te rasuraste: pensaste
intensamente
en por si acaso…
Y te
flagelaste los muslos con crema hidratante
de soja
y, como es natural,
llevas
relleno. Enero. Tres grados. La minifalda
te duele.
Aún hay que llegar al restaurante famoso…
Te
escuecen los ojos. Alergia. Se hinchan,
granates.
Pero el rímel los dignifica.
Pestañeas
despacio a lo Lauren Bacall,
y las
manos te sudan: te las secas en la trenca
por si él
decide darte alguna de las suyas…
Y no te
ríes: hay que esconder las encías
y esas
palas indomables desde siempre,
y te
obstinas en ponerte tú a la izquierda,
para que
no vea más que tu lado bueno,
y si te
pregunta algo te aclaras la voz
y
respondes débilmente. Tienes
que ser
femenina y tierna. Y los tacones
de once
centímetros (y cien unidades
monetarias),
esos fusiles de corazones,
esos
hijos de Dior, te pasean un puñal
por los
pies, sanguinarios y elegantes.
Basta,
piensas, basta. Y entonces te dice
al oído: “estás
preciosa”. Así que show
must go
on… Bella y ridícula, le das las gracias
con el
primer beso de la noche. El carmín
no se ha
borrado, tal y como prometía Yves Rocher.
Recursos ortotipográficos. Tachar versos enteros para
sustituirlos por otros dando la sensación de corrección, de duda. ¿Forman parte
de su proceso de escritura? Falta de signos de puntuación, aunque no de
sintaxis.
Alterna verso y prosa y crea poemas con estructuras complejas,
poemas, generalmente largos y discursivos, improvisaciones alrededor de algún
motivo que funciona como detonante o excusa para una indagación concreta.
poema
sobre mirar el cielo de noche y pensar muchas cosas
yo que opino que la hipermetropía es una manera legítima de
existir y que intento ser una buena persona y que estudio mucho ética y
metaética y yo que lloro mucho con david hume y con los galgos maltratados y
con los viejos maltratados y con la contaminación de las heces de las gallinas
y sus obscenas celdas del tamaño de un folio A-4 y sus viscosas fiebres del
tamaño de un subcontinente y yo que creo en los tirabuzones de los páramos y yo
que ignoro todo y me pregunto qué hacer sin lenin y con cielo qué hacer con el
mundo y su cabello cardado y reseco y cómo tocar sus huesos arcaicos y su
praxis y el humo de su belleza impenetrable y yo que siempre siento la
presencia de un humo fratricida del sabor umami de la leche cuando quiero
verter una palabra amable y desaliñada en la gorra entreabierta del mendigo o
del músico y yo que sé bastante del amor y que lucho activamente aunque con
sueño o con sueños excesivos a favor de la pandemia global del perdón y de
esperanza que arrase el planeta tierra tal y como lo desconocemos de una vez
por todas y yo que sueño excesivamente sueños de carácter excesivamente erótico
y a veces perverso y abrupto y que nunca le perdonaré a mi especie auschwitz
rosa parks el estado-nación el dinero el niño muerto y yo que olvido mucho y
que propongo encender una vela con todos vosotros juntos para recordar todos
nuestros olvidos y yo que hurgo en la ranura del logos y no encuentro nada y yo
que tengo un progenitor A y un progenitor B y un hermano y una hermana y yo que
aun así ignoro todo de la muerte y me pregunto qué cantar cuando anochece y qué
cantar que no insulte al famélico o al translúcido o a la mujer bajo las
piedras del odio y yo que tirito con virginal desasosiego en el instante
crítico de tener que elegir un campo favorito o un animal favorito o un juicio
moral verdadero tan solo un juicio moral verdadero yo me río un poco con
envidia un poco con amargura sí lo admito me río un poco con amargura un poco
con envidia un poco con resentimiento de la seguridad ontológica del hombre
medieval, qué enternecedor. (La edad de merecer)
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