Rudyard Kipling

Un 18 de enero de 1936 fallecía Rudyard Kipling,narrador y poeta inglés,nacido en la India, controvertido por sus ideas imperialistas y uno de los más grandes cuentistas de la lengua inglesa.

 


 Algunas de sus obras más populares son la colección de relatos El libro de la selva, (1894), la novela de espionaje Kim (1901), el relato corto  El hombre que pudo ser rey, (1888),Cuentos de las colinas.


Aquí puedes leer algunos de sus cuentos

Fue Premio Nobel de Literatura en 1907, el primer escritor británico en recibir este galardón, y el ganador del premio Nobel de Literatura más joven hasta la fecha.

 Además varias de sus obras han sido llevadas al cine.

En el poema Carta a un hijo, al que también se conoce como If, escrito en 1910  Rudyard Kipling  nos insta a reflexionar sobre la responsabilidad de nuestros actos y la importancia de mantenernos firmes aun en las circunstancias más adversas.

 Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor,
Todos la pierden y te echan la culpa;
Si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti
Pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;

Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
O siendo engañado por quienes te rodean, no pagar con mentiras,
O siendo odiado, no dar cabida al odio,
Y no obstante, no ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
Si puedes encontrarte con el Triunfo y la Derrota
Y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
Si puedes soportar al escuchar la verdad que has dicho,
Tergiversada por bribones para tender una trampa a los necios,
O contemplar destrozadas las cosas a las que dedicaste tu vida,
Y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas:

Si puedes hacer una pila con todos tus triunfos
Y arriesgarlo todo de una vez en un golpe de azar,
Y perder, y volver a comenzar desde el principio
Y no dejar escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
Si puedes hacer que tu corazón, tus nervios y tus músculos
Te respondan mucho después de que hayan perdido su fuerza,
Y permanecer firmes cuando nada haya en ti
Excepto la voluntad que les dice ¡Adelante!

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud,
O caminar junto a reyes sin perder tu sentido común.
Si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte;
Si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
Si puedes llenar el preciso minuto
Con sesenta segundos de un esfuerzo supremo,
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
Y, lo que es más, serás un Hombre, ¡hijo mío!