Pocos libros mejores que éste para el verano. Un clásico
absoluto, una joya que lo tiene todo: aventura, viajes, misterio,
exotismo, humor, amor... La peripecia de Phileas Fogg en su viaje
alrededor del mundo por una apuesta resulta inolvidable. Lo es también
su tranquilidad a la hora de afrontar las adversidades, su sentido del honor y
su capacidad para mantener la cabeza fría donde otros la pierden.
Una novela histórica. ‘Memorias de Adriano’, de Marguerite Yourcenar
Bajo una forma epistolar, la escritora estadounidense de
origen francés recrea la biografía de este emperador que reflexiona
sobre su reinado, pero también sobre la vida, la muerte, el arte, los
dioses, la vejez y el amor. Al final, la historia de Adriano no es más
que la disculpa para hablar de esos asuntos que han preocupado a los
seres humanos desde el principio de los tiempos. La traducción al
español de Julio Cortázar solo puede calificarse con una palabra:
insuperable.
Una novela policiaca. ‘Los crímenes de la calle Morgue’, de Edgar Allan Poe
Un relato largo o novela corta que inaugura el género, un
honor que comparte con ‘Un asunto tenebroso’ de Balzac (ambos fueron
publicados en 1841). El asesinato de dos mujeres, madre e hija, en su
apartamento de París se convierte en materia de investigación para un
detective aficionado, Auguste Dupin, que es el origen de otros
personajes de gran arraigo en el género. Poe reta al lector a descubrir
al causante de los crímenes.
Poesía. ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’, de Pablo Neruda
El libro que, si no ha leído, debe comenzar a leer ahora
mismo. Y, si ya lo conoce, ha de revisarlo. Una hora de lectura, puede
que menos, pero una colección de poemas de esos que se recitan de
corrido. Neruda reinventa el amor y escribe sentencias que las parejas
se han repetido al principio, en el medio y al final de sus historias.
Unos versos inolvidables, repletos de musicalidad. «Nosotros, los de
entonces, ya no somos los mismos».
Una historia de amor. ‘El amor en tiempos del cólera’, de Gabriel García Márquez
Para algunos, la mejor novela de García Márquez. La historia del amor más allá del tiempo de Fermina Daza y
Florentino Ariza es un trasunto, en su primera parte, del noviazgo de
los padres del autor. La novela transcurre a lo largo de más de medio
siglo y está contada con un lenguaje que embriaga al lector y le hace
sentir los perfumes del amor juvenil, el despecho y la serenidad de la
pasión otoñal.
Un clásico del siglo XX. ‘Últimas tardes con Teresa’, de Juan Marsé
Uno de los textos mayores de la literatura española del
siglo pasado. Marsé creó un personaje destinado a perdurar: no tanto el
de Teresa, la joven de la alta burguesía catalana, como el del
Pijoaparte, el charnego que vive de pequeños robos y se hace pasar por
un obrero concienciado para entrar en la casa de la muchacha. Retrato de
un tiempo y un lugar (Cataluña, finales de los cincuenta), escrito con
el estilo rico y preciso que caracteriza a su autor, es un texto
imprescindible.
Un libro de humor. ‘Groucho y yo’, de Groucho Marx
Las memorias de Groucho Marx son un delirante repaso a una
etapa de la historia de EE UU y del mundo del espectáculo. El cómico del
puro apagado y el bigote pintado no deja títere con cabeza y aplica el
principio fundamental de quien quiera dedicarse al humor: reírse en
primer lugar de uno mismo y los suyos, y luego de todo lo demás. Groucho
en estado puro, hablando de sus temas recurrentes.
Un clásico de hace casi 200 años. ‘Frankenstein’, de Mary Shelley
Para muchos, la primera novela de ciencia ficción,
‘Frankenstein’ es un relato gótico que además plantea asuntos de gran
calado moral. Aquí está el debate sobre la creación de vida, la relación
entre la moral y la ciencia y hasta la misma figura de Dios. Si la
trascendencia de una obra se mide por el volumen de sus imitadores, el
texto de Mary Shelley está entre los más importantes de los últimos dos
siglos.
¡ BUENA LECTURA !
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